INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

¿Actualidad?

Existimos por un andamiaje paradójico, creemos saberlo todo y no sabemos nada, o al saber que no sabemos nada, al menos, ya sabemos algo. Retomo el existir, porque el vivir me parece demasiado atrevido, considero que se existe en una ilusión de vivencias aisladas, momentáneas que las confundimos como vida, cuando al final es mera existencia. La contemplación de la cotidianeidad está en extinción, se existe a prisa y sin disfrute, sin sufrimiento.

Como humanidad hemos perdido nuestro tranco, la información que se nos arroja es tan inmediata, aclaro inmediata más no certera, que pareciese que siempre vamos tarde. El aceleramiento de los procesos productivos y de consumo son tan abruptos que la sustitución de maquinaria por individuos no es más que una crónica anunciada. 

La obsesión por el progreso nos sitúa en un estado de ansiedad y prisa constante. Me atrevo a decir que el fenómeno generalizado se da por velocidad en la que todo avanza. En este espacio procuro presentar un análisis preciso sobre algún tema de actualidad referente a la política internacional, sin embargo, me da la impresión que me he quedado sin actualidad.

Lo que hoy nos preocupa, mañana está lejos de ocuparnos, ya que existe una nueva preocupación. Hay una ausencia de debate, existen puntos en diferentes direcciones más no parecen por intersectarse y discernir. Es válido opinar más no racionalizar y debatir. Peleamos por las causas del ayer, puesto que han sido remplazadas por las causas del mañana, mismas que caducarán en menos de 48 horas.

Retomo la paradoja, pareciese que en un día lo vemos y lo vivimos todo, sin embargo, sentimos que no aconteció nada, anochece y el vacío existencial prevalece. Perseguidos por la prisa que nos corretea olvidamos la reflexión de lo sucedido y avanzamos hacia el nuevo problema, al cual, por sorpresa, ya vamos tarde.

Lo preocupante es que en realidad no sucede nada, analicemos el caso de Venezuela. Hace menos de dos semanas, era el tema de los titulares, en todos los rincones se hablaba de la posible caída de Nicolás Maduro. Entre pronunciamientos y contrapuntos el tema en boga se fue normalizando. Hoy, si acaso, se leen notas de seguimiento, sin embargo la comunidad internacional parece haberlo olvidado, al igual que la guerra en Siria, la xenofobia, los migrantes, el cambio climático, etc.

El olvido de las menciones no precisa una solución al conflicto y es ahí por qué Maduro permanece y la guerra en Siria lleva más de ocho años. Cuando aceleramos a mayor velocidad de la que el humano puede reflexionar, las cosas nos sobrepasan cual momentos ilusorios y las causas se entierran en el cementerio de las causas perdidas.

Indudablemente, es confuso y es la confusión misma la que motiva estas líneas. Apelo a recuperar la decantación de los procesos sociales y avancemos a una velocidad que nos permita discernir, debatir y empatizar a recuperar la actualidad perdida. Optaría por vivir para que las causas sean resueltas (al menos parcialmente), que existir en el andamiaje de las causas olvidadas.

[email protected]

da/i