Conspiración

Hay que abrir el debate, con spoilers incluidos, advierto. Historia de un crimen: Colosio cuenta, de nuevo, las teorías respecto al asesinato del PRI a la presidencia de México en 1994, Luis Donaldo Colosio. El relato lo detona el discurso del 6 de marzo, donde el candidato habla de reformar a su partido, restar influencia a los poderes fácticos y atender a los desfavorecidos, un discurso populista sí, pero fuera de la norma de su partido, contra el presidente en turno, Carlos Salinas de Gortari y opuesto a los intereses oscuros detrás del poder. La serie de Netflix abunda en la opacidad de la investigación, en los caminos cerrados que se encontró el primer fiscal especial del caso, Miguel Montes (el que peor queda en esta historia), en las indagatorias y en la idea de complot, pero deja una larga lista de cabos sueltos al enfocarse en Diana Laura Rojas, interpretada con acierto por Ilse Salas, la familia de Mario Aburto, el presunto asesino y un par de policías estatales de Tijuana, cuyo peso en la historia resulta lo novedoso de los ocho capítulos, debido a que realizan una investigación paralela a la oficial, con muchos hallazgos y que termina con la trágica muerte de Federico Benítez, director de seguridad de Tijuana en 1994.

¿Qué aporta? Prácticamente nada. El relato navega en el mar histórico de dudas y siembra algunas nuevas: A diferencia de otros productos visuales, sugiere responsabilidad del ex presidente Luis Echeverría, quien ejerce una fuerte influencia en el PRI de entonces y se le atribuye la idea de una fundación con el nombre del fallecido. Muestra primero a un Salinas de Gortari dudoso, después seguro de tener la verdad, se sugiere que el ex jefe de gabinete José Córdoba Montoya está detrás de una conspiración, pero no tiene peso específico en el relato, es intermitente. La historia dota de maldad al aparato de seguridad mexicano, policía judicial y el ejército, más los primeros que los segundos, que ejecutan órdenes, matan, torturan y desaparecen testigos. Por otro lado, se habla del papel como intermediario entre fuerzas oscuras (narcotráfico) y el poder de Raúl Salinas de Gortari, primero trata de involucrarlos en el financiamiento de la campaña de Luis Donaldo y después se les sugiere como responsables de la muerte del dirigente del partido, Francisco Ruiz Massieu, por cierto, se evita colocar el lugar común que se refiere a él como “el hermano incómodo”, pero en una escena, su hermano Carlos le quita su halo protector por no quererle revelar sus negocios.

Historia de un crimen: Colosio, es una larga dramatización, con muchas libertades creativas, pero que exhibe una compleja trama conspirativa que partió al país, al partido en el poder, al grupo de influencia Salinista y a la familia Colosio, cuyo padre, Luis, se muestra en un papel lamentable.

La serie alimenta vuelve a dejar en indefensión total al espectador por el alto nivel de impunidad e injusticia que muestra.

@tuamigoFranco

da/i