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Espartanos infantiles

Triunfo y fracaso es relativo conforme se haya logrado la victoria o se haya sufrido la derrota. En la antigua Grecia fue más valiosa una muerte de un espartano que la gloria de una ateniense, a la vista los primeros fueron los guerreros apasionados y los segundos tácticos inhumanos.

Dicen que los espartanos preferían la muerte a la vergüenza, y los segundos se quitaban vergüenza para ganar con deshonra. Lo cierto es que hasta la fecha ganar o perder tiene diferente valor de acuerdo a cómo se logró, los parámetros de juego limpio que se utilizaron y la certeza de haber hecho el mejor esfuerzo.

Con estos antecedentes es más fácil explicar a algunos menores el por qué de algunas derrotas, decirles que valió más que pusieron corazón y pasión en competencias a las malas notas con las que los etiquetaron mayores que buscaban otros beneficios ajenos a la esencia de los deportes de apreciación.

He visto jueces que en categorías infantiles han aplicado la mala ley del favoritismo en meta cuando hay llegadas de fotofinish o incluso jueces que han permitido derrotas porque no reconocen sus errores como el que atletas hagan trampa al cortar camino en competencias, como sucedió el pasado fin de semana en algunas pruebas del selectivo estatal de triatlón.

Jalisco tiene campeones de a montón, se pueden contar por miles de los que sólo saldrán algunas decenas de guerreros en lucha pese a los obstáculos que se encuentren en el camino, desde los más comunes como la falta de apoyos, problemas federados, favoritismos y hasta los peores: injusticias extra deportivas.

El deporte mexicano no es ajeno a lo que más le afecta al país: la ilegalidad, por ello los infantiles son desde ahora espartanos dispuestos a competir más por gusto y honor que por la efímera gloria. 

Los especialistas internacionales del deporte saben qué cualidades físicas elegir para definir quién es mejor, pero en México, habría que sumar en la detección de talentos una lista de cualidades mentales para resistir presión, resolver problemas y brincar escollos extradeportivos como los jueces “chuecos” que son quizá los más dañinos para el crecimiento del deporte nacional y una prueba de resistencia para los modernos espartanos infantiles.

@PatyPenia

JJ/I