Protocolo Alba: eficientar para reducir sufrimientos

El 6 de diciembre de 2018, día en que rindió protesta como gobernador Enrique Alfaro, el Protocolo Alba Jalisco reportó que Elvia Michel Loera, de 36 años de edad, había sido localizada. Desaparecida desde el 29 de octubre de ese año, en la colonia Valle del Vergel, en Autlán de Navarro, su Cédula Única de Difusión (CUD), con su imagen y datos, la subió el organismo gubernamental a su cuenta en Facebook (@ProtocoloAlbaJalisco) el 3 de noviembre y fue compartida 247 veces. “Primero Dios, regresará sana y salva con su familia”, escribió una de las mujeres que replicaron el documento. Afortunadamente, como en otros casos, la encontraron con vida.

Sin embargo, no siempre ha sido así. Desde que inició este sexenio continúa la desaparición de mujeres. Por ejemplo, María del Rosario Pastor Segura, de 35 años de edad y en su último mes de embarazo, fue vista por última ocasión el 25 de febrero de 2019 en la colonia 5 de Diciembre, en Puerto Vallarta. El 6 de marzo, Gloria Martínez subió una ficha de la mujer a la cuenta del organismo gubernamental. Un mes después, el 26 de marzo lo hizo Protocolo Alba Jalisco en Facebook. Hasta este domingo 31 de marzo, a cinco semanas de su desaparición, el organismo no reportaba la suerte de la mujer y su bebé.

El documento Protocolo Alba para Jalisco define éste como “lineamientos generales y principios básicos para implementar un mecanismo operativo de coordinación entre autoridades para la búsqueda urgente e inmediata, así como la localización de niñas, adolescentes y mujeres desaparecidas en el estado de Jalisco”. El protocolo fue publicado el 28 de junio de 2018 en el periódico oficial El Estado de Jalisco. La fase 1, en las primeras 24 horas, se activa “de manera inmediata y sin dilación alguna” en el momento en que se recibe la información de la NAM (niña, adolescente, mujer desaparecida) y se elabora el documento de la desaparición de través de un reporte, denuncia o noticia criminal.

Jalisco es una entidad con graves problemas de desaparición o no localización que hasta el 7 de marzo sumaban 7 mil 117 personas, de acuerdo con el Sistema de Información sobre Víctimas de Desaparición (https://sisovid.jalisco.gob.mx/), consultado este domingo. Las desaparecidas o no localizadas eran 928.

Pese a que el sitio advierte que su información “puede cambiar en cualquier momento debido a que la base de datos se sigue alimentando día con día”, tres semanas después la información no se actualizaba. Eso sin contar otras fallas e imprecisiones, como que de 23 personas no se especifica su género al tratarse de “indagatorias que comenzaron con un Informe Policial Homologado incompleto”.

El Protocolo Alba ha sido criticado. Por ejemplo, abrumados por el dolor, familiares de las desaparecidas deben dejar su empleo e investigan por su cuenta, con los riesgos que supone, cuando existe lentitud e ineficiencia de las indagaciones de la fiscalía especializada. Los reportes no precisan si la persona fue ubicada por la familia o las autoridades, lo cual es un dato que debería hacerse público.

La CUD es un documento que se deriva de la implementación del Protocolo Alba, que contiene la fotografía reciente de la desaparecida, nombre, edad, sexo, media filiación, señas particulares y otros datos, la cual se difunde en medios de comunicación, instituciones gubernamentales, sociedad civil y espacios estratégicos, apunta el acuerdo publicado en 2018. Esa cédula es vital para dar a conocer la desaparición.

ZonaDocs y Líder Informativo 91.9 FM publicaron el 5 de marzo que de 2016 a 2018 la Coordinación Estatal de Protocolo Alba publicó sólo 47 CUD, de un total de 3 mil 938 mujeres y niñas desaparecidas; es decir, únicamente 1.1 por ciento fueron reconocidos oficial y públicamente por la autoridad. En este contexto, la semana pasada se instaló el Comité de Colaboración del Protocolo Alba, con Ruth Virginia Morán como nueva titular. Obtener una alta eficiencia para la localización, contada desde la más antigua desaparición hasta ahora, es su reto. A mayor eficiencia, menor sufrimiento de las desaparecidas y sus familias.

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