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Brito, ¿la Andrade de Alfaro?

Sin salida tras el escándalo revelado por El Diario NTR Guadalajara respecto a la licitación para el arrendamiento de maquinaria pesada y adjudicada al empresario Guillermo Romo Romero, con quien aparece en primera fila en el juego de basquetbol de los Lakers, en Los Ángeles, y tras negarse inicialmente a explicar o a declarar sobre el asunto, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez terminó por reconocer que el tema merecía una investigación y no su menosprecio, por lo que instruyó a la Contraloría del Estado –que preside Teresa Brito– a tomar cartas en el asunto.

El miércoles, un día después de que afirmó ante los reporteros que “durante muchos años he hecho una carrera política y ningún periodiquito va a inventarme una historia de corrupción”, textualmente declaró: “Ya le dije a la Contraloría que lo revise, que todo mundo esté tranquilo, no va a haber nada qué buscarle a la licitación, pero hay que aclararlo, darle información, y con mucho gusto la Contraloría, en su momento, cuando termine de hacer las revisiones, informará. Se lo pedí el día de ayer apenas –o sea, cuando aseguró que ‘yo no voy a contestar mentiras’–, le pedí que ella se meta más allá de si hay o no denuncias; hay que aclarar y que todo sea transparente. El que nada debe, nada teme”, se ufanó.

Esta escena verbal nos remitió, a más de uno, a aquella del 3 de febrero de 2015 cuando el entonces presidente Enrique Peña Nieto designó a Virgilio Andrade Martínez como nuevo titular de la Secretaría de la Función Pública y le encomendó, como primera tarea, investigar si hubo o no irregularidades, concretamente conflicto de interés, en la adquisición de un inmueble –conocido como la Casa Blanca– que su esposa Angélica Rivera hizo a la contratista gubernamental Grupo Higa.

En aquella ocasión, Peña Nieto declaró ante los medios de comunicación: “He solicitado a la Secretaría de la Función Pública que investigue y resuelva si hubo o no conflictos de interés en las obras públicas o contratos otorgados por dependencias federales a las empresas que celebraron compraventas de inmuebles…”.

Seis meses después, sucedió lo que todos los mexicanos sabíamos que sucedería: la Secretaría de la Función Pública concluyó que no hubo conflicto de interés en la venta de la llamada Casa Blanca, pese a que el Grupo Higa tenía 22 contratos con el gobierno federal, pues a decir de la dependencia que encabezaba Andrade Martínez, en dichas adjudicaciones no participó el Ejecutivo federal…

¿Teresa Brito Serrano será la Virgilio Andrade de Enrique Alfaro?

La contralora del estado se enfrenta a su primer gran reto y con el que está en juego su credibilidad: investigar una dudosa, cuestionable y sospechosa licitación nada menos que por 3 mil 600 millones de pesos, multianual, y con una cadena de irregularidades ampliamente evidenciadas en una investigación periodística revelada por NTR Guadalajara, que alcanza a su propio jefe, el gobernador, quien aparece públicamente acompañado del ganador de la millonaria licitación, el empresario Romo Romero, y cuando la representante de las dos empresas finalistas laboró en las notarías del padre y hermano del mandatario estatal, amén de otras más incuestionablemente evidenciadas con pruebas contundentes.

La atención que los jaliscienses pondrán en la contralora no estará tanto en lo que haga o deje de hacer respecto a posibles irregularidades o ilícitos de la pasada administración estatal de Aristóteles Sandoval de la que también formó parte, sino en lo que se atreva a investigar y los resultados que se arrojen de presuntas irregularidades o ilícitos cometidos en el actual gobierno de Enrique Alfaro, y que, como en este caso, han sido ampliamente demostradas en el trabajo periodístico de este diario.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I