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Carga sexual en la infancia

La erotización y la hipersexualidad en los niños y niñas generan problemas de salud, conducta y aprendizaje. Los medios de comunicación y los padres de familia provocan el daño por no respetar los cuidados que se deben tener a cada etapa de crecimiento, trayendo implicaciones en el desarrollo infantil. Programas de televisión, juguetes, ropa, música, redes sociales e incluso los anuncios tienen altas cargas sexuales.

No es casualidad que en México el número de embarazos en menores de 15 años es alarmante llegando a las 12 mil niñas por año, de acuerdo a la organización Niñas, No Madres. Sexting, packing y otras prácticas con altos contenidos explícitos de sexualidad, incluyendo selfies, son cada vez más comunes.

La alta exposición provoca que el inicio de la actividad sexual sea a temprana edad, generando trastornos por la falta de capacidad para el manejo de estímulos, provocando ansiedad.

Los padres y maestros deben hacer un alto en las tendencias de hacer que los menores usen maquillaje y ropa para adultos; evitar que bailen con movimientos sexys y tomen fotos con posturas sexuales; evitar ver programas o series que tengan conductas morbosas, perniciosas, aunque cada vez es más difícil evitarlo por las televisoras y el Internet que no respetan los horarios familiares.

La infancia se ha vuelto pequeña y cada vez son más frecuentes las conductas inapropiadas. Es obligación de los padres blindarlos de dicha hiperexposición sexual y brindar una adecuada educación sexual tocando temas como identidad, actitudes y valores; cuidado de la intimidad, la afectividad con niños de otro sexo, imagen corporal respetando el género. La educación sexual debe venir del hogar e iniciar a temprana edad debido a lo difícil de aislarlos de una continua invasión en los medios.

Para ello hay que utilizar momentos de la vida diaria como el baño, el embarazo de algún familiar e incluso las mascotas y su reproducción. Satisfacer la curiosidad de los niños con prudencia, sin sorprendernos ni manifestar incomodidad. Siempre usar lenguaje adecuado dando a cada parte del cuerpo el nombre correcto, evitando risas, bromas o sentimientos de culpabilidad.

Hoy los psicólogos y psiquiatras diagnostican el THS entre niños que tienen conductas sexuales anormales como el uso de fantasías, excitación temprana, impulsos sexuales incluyendo la homosexualidad, conductas no parafílicas, pornografía y compulsividad hacia la masturbación que generan problemas conductuales y de aprendizaje.

Es un tema que debe tomarse con gran seriedad entre los padres, documentándose e incluso llevando cursos que los orienten.

@Saucedodlallata

JJ/I