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Lecciones de Costa Rica

En la última semana tuve oportunidad de viajar unos días a Costa Rica, país del que lamentablemente sabía muy poco más allá de las hazañas futbolísticas de su selección nacional en los últimos años.

Me llamó la atención la extraordinaria amabilidad de los ticos hacia los visitantes extranjeros y el profundo respeto que tienen por la biodiversidad que se ha vuelto un eje central de su vocación como país. La mayor parte del tiempo estuve en los alrededores de la Reserva Natural Manuel Antonio, en la costa del Pacífico, y no pude evitar contagiarme de la pasión que tienen los guías al mostrar sus tesoros naturales: osos perezosos, monos, aves, reptiles y todo tipo de plantas.

Al ver aquello me puse a investigar un poco más del país centroamericano y descubrí que, aunque es pequeño comparado a México en términos de población, territorio o tamaño de la economía, hay muchos aspectos en los que claramente nos superan y de los que podríamos aprender.

Lo primero es que, de acuerdo con el último Informe Mundial de la Felicidad publicado por la ONU este año, Costa Rica es el lugar más feliz para vivir de Latinoamérica.

Según la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer), entre las razones por las que los costarricenses clasifican tan alto en este índice están que son una de las 50 naciones más saludables del planeta, que son un pueblo muy pacífico, ya que incluso decidieron disolver su Ejército y que tienen una consciencia muy alta del valor de la naturaleza.

Este último punto se hace evidente en políticas tangibles como el hecho de que 35 por ciento de su territorio nacional está protegido para evitar deforestación, el ecoturismo se ha impulsado como una de las principales industrias del país y 99 por ciento de su energía proviene de fuentes renovables.

El gobierno actual liderado por el presidente Álvaro Quesada ha decidido tomarse en serio el tema del calentamiento global y presentó en marzo un Plan Nacional de Descarbonización con el que buscarán liberar a la nación del uso de combustibles fósiles para 2050.

El plan, auspiciado en gran medida por Claudia Dobles, quien es planeadora urbana además de ser la primera dama, tiene como prioridad resolver el transporte que es la principal fuente de emisiones de dióxido de carbono.

También están convirtiendo la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), que es el monopolio del Estado sobre los hidrocarburos, en Empresa Costarricense de Combustibles y Energías Alternativas (Ecoena) para abrir la actividad energética estatal a la investigación de energías químicas alternativas con modelos flexibles para colaborar con el sector privado.

Aunque todavía no hay claridad respecto a cómo se financiará el ambicioso plan, en la misma línea que el Green New Deal que impulsa Alexandria Ocasio-Cortez y los demócratas en Estados Unidos, llama la atención que el presidente Alvarado, de 39 años, esté poniendo la política medioambiental como algo central de su administración. Incluso ha llamado al cambio climático “la gran tarea de nuestra generación”.

Así es que hay mucho por aprenderle a Costa Rica que sí está entendiendo adónde va el futuro del mundo. Quizás sea un tema generacional. Líderes como Trump (72 años), Bolsonaro (64) y AMLO (65) generalmente minimizan las consecuencias del cambio climático frente a líderes como Trudeau (47), Macron (41) o Alvarado (39), que han decidido lanzar acciones más contundentes aun cuando no consigan resultados por la resistencia de sus sistemas. La legisladora Alexandria Ocasio-Cortez que lidera el Green New Deal en Estados Unidos tiene 29.

No se trata de generalizar. Existen muchos ejemplos de líderes de más edad impulsando políticas ambientalistas y líderes de menor edad oponiéndose a ellas… pero sí llama la atención que los más jóvenes estamos siendo más conscientes respecto al mundo que estamos heredando, porque es a nosotros a quienes nos tocará enfrentar las consecuencias del cambio climático.

Ojalá mi generación en México despierte y se haga escuchar por el actual gobierno que parece ir en sentido contrario en su política energética y medioambiental.

@ortegarance

JJ/I