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Ténganle paciencia

CALMA. Aunque no cumplirá el objetivo de llevar a la fiesta grande a un equipo partido en dos, El Jefe va por su revancha en el Apertura 2019 (Foto: Imago7)

La consigna de la directiva de Chivas para Tomás Boy fue clara: cuatro partidos para sumar puntos que los clasificaran a Liguilla.

Con las dos derrotas consecutivas ante Morelia y Puebla, tal objetivo ya no se cumplió. El otro, que también es prioridad, era acumular unidades para alejar lo más posible al Rebaño de los últimos lugares de la tabla de cocientes.

Y, finalmente, el tema que determinará si El Jefe puede alargar su estadía en el Guadalajara será el cambio de actitud en el plantel, la cual desde la era de Matías Almeyda ha decaído después del doblete en Liga y Copa MX en 2017.

Sin embargo, en 30 años de trayectoria como técnico, Boy Espinoza, quien ha salvado a cinco equipos del descenso, y a tres de ellos además los clasificó a Liguilla, es un entrenador que para alcanzar sus metas ha requerido tiempo y no cuatro partidos.

En los tres equipos rescatados (Veracruz, Morelia, y Atlas) que logró conducirlos a la fiesta grande primero pasó por un vía crucis en el que los augurios no eran nada alentadores.

Con los Tiburones Rojos inició en la temporada 1995-96 (el último torneo largo del futbol mexicano) al sustituir a Aníbal Ruiz, y aun cuando sus primeros cinco partidos tuvieron balance positivo, incluyendo un triunfo ante Chivas por 2-1 en el Jalisco, en el transcurso se le presentaron dos goleadas que sembraron dudas (5-0 ante Santos, y 6-1 frente a Toros Neza).

Al final de la fase regular, Veracruz se clasificó en primer lugar del Grupo I con 50 puntos para avanzar hasta las Semifinales luego de eliminar al Atlas, para caer frente a Celaya por un marcador global de 6-1.

Su siguiente misión para salvar del purgatorio del descenso fue Morelia en el Torneo de Invierno 96, al reemplazar a Jesús Bracamontes. Morelia terminó en el último lugar de la tabla general con 12 puntos, y en la penúltima posición de la tabla de cocientes. Sin embargo, el presidente Álvaro Dávila decidió darle continuidad en el Verano 97.

Contra todo pronóstico, Morelia se ubicó en octavo lugar con 25 puntos, venció en Cuartos de Final al América, que era favorito y líder general, y quedó eliminado en Semifinales ante Chivas con un empate global de 1-1 que favoreció al Rebaño por su mejor ubicación en la tabla general.

Su tercer equipo rescatado de la quema y clasificado fue Atlas en el Clausura 2013.

Sin embargo, en el torneo anterior, en el que Boy llegó para reemplazar a Juan Carlos Chávez a partir de la Fecha 6, El Jefe no logró sumar una sola victoria en 12 partidos dirigidos, y a los 5 puntos registrados por su antecesor apenas sumó 7 unidades para un total de 12 que lo arrastraron al penúltimo lugar de la tabla general y de la tabla de cocientes.

En el torneo decisivo para definir la permanencia concluyó en tercer lugar con 32 puntos para llegar hasta los Cuartos de Final, donde quedó eliminado ante Santos.

RECUERDO. Hace seis años, el polémico estratega hizo del Atlas un equipo fuerte y competitivo.
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A sacudir el vestidor

En los tres equipos rescatados del descenso, que además Tomás Boy logró clasificar a Liguilla, debió rediseñar el plantel una vez que se decidió darle continuidad.

En Veracruz, en la temporada 1995-96, contaba con jugadores estrella cuyo talento no se ponía al servicio del equipo, y fue así como elementos como Adolfo Ríos, Antonio Carlos Santos, José Luis González China y Niver Arboleda, entre otros, se convirtieron en artífices de aquellos Tiburones Rojos.

En Morelia, debió lidiar con figuras como Marco Antonio El Fantasma Figueroa, Claudinho da Silva, y aprovechar la experiencia de Javier Chícharo Hernández y del argentino Carlos Bustos.

En Atlas también encontró un vestidor explosivo con Leandro Cufré, Héctor Mancilla, Matías Vuoso, Lucas Ayala, Facundo Erpen y Miguel Pinto. De aquel grupo prescindió de Mancilla, y agregó para el Clausura 2013 a Omar Bravo, Isaac Brizuela, Óscar Razo, Rodrigo Millar, y José Luis Chávez para armar un equipo competitivo. Omar Fares

JJ/I