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Fracasa cabildeo por Catem

Ante el portazo que las centrales obreras tradicionales le dieron a la organización lopezobradorista Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (Catem), a las autoridades estatales no les quedó otra salida que excluirla de cualquier pacto obrero-patronal y ahora se limitan únicamente a que acepten firmar con ella un acuerdo de no agresión, lo que no deja de sorprender también, aunque sería un asunto de mero trámite.

Los esfuerzos que hacían –como lo referí en mi entrega de ayer- los secretarios general de Gobierno y del Trabajo y Previsión Social, Enrique Ibarra Pedroza y Marco Valerio Pérez Gollaz, respectivamente, por sentar a la Catem en la misma mesa con la CTM, la CROC y la CROM y firmar el tradicional pacto con el sector privado, fracasaron a cinco días de signar este acuerdo y formalizarlo el 1 de mayo, Día del Trabajo.

Fue el propio titular del Trabajo, Pérez Gollaz, quien a raíz de lo escrito ayer en este espacio declaró a este columnista que el único esfuerzo que hacen las autoridades es que todas las centrales obreras firmen un pacto de no agresión que conviene a todos, a fin de que Jalisco sea ejemplo de convivencia sindical en el marco de la ley, y negó que el cabildeo de las autoridades estatales ante la CTM, CROC y CROM tenga la intención de favorecer a la organización lopezobradorista.

“El propósito es tener a todas las partes –organizaciones sindicales- en un gran pacto donde prevalezca la paz laboral en Jalisco”, declaró el también ex titular de la Agencia Metropolitana de Seguridad. Sin embargo, al parecer la tarea no se la facilita el regidor del PRI en Tlaquepaque Alfredo Barba Mariscal, secretario de Organización de Catem en Jalisco, quien en su cuenta de Twitter descalificó ayer a los dirigentes sindicales con los que Pérez Gollaz e Ibarra Pedroza pretenden reunirlos.

De la CROC que dirige Antonio Álvarez Esparza, dijo que no puede ostentarse con esas siglas porque a nivel nacional no está reconocido; del secretario adjunto de la CTM, Juan Huerta, señaló: “Pues qué podemos decir si no tiene la legitimidad que presume”, en tanto que del dirigente de la CROM, Alejandro García, aseguró que no está en los términos expuestos ayer aquí, aunque trascendió que ya no les toma las llamadas telefónicas a los Barba.

Y luego, mientras Marco Valerio Pérez anda urgido por promover un pacto de no agresión, Barba Mariscal remató echado para adelante: “Que no se les olvide que existe una nueva organización sindical les guste o no les guste (…); ya veremos más adelante hasta dónde les ajusta sus disque (sic) liderazgos en la clase trabajadora…”.

O sea que mientras el secretario general de Gobierno y el titular del Trabajo hacen malabares para que prevalezca la paz sindical en Jalisco, el secretario de Organización de la Catem lanza un lenguaje de guerra a quienes Ibarra y Pérez buscan convencer para que los incluyan en su mesa.

Pero hay que preguntar: ¿por qué si en años anteriores se promovía únicamente el pacto obrero-patronal y se firmaba sin problema alguno, hoy que aparece la Catem -que dirige el senador de Morena Pedro Haces- en el escenario las autoridades alfaristas están preocupadas por promover un pacto de no agresión? ¿Es la Catem un riesgo para la paz sindical en Jalisco o como se cree en los corrillos políticos, las autoridades estatales pretenden allanarle el camino al sindicalismo lopezobradorista? Si es esto último; ¿a cambio de qué? Y si es lo primero, ¿será la Catem capaz de poner contra las cuerdas al gobierno de Enrique Alfaro?

Se asegura, además, que ni la Coparmex ni el Consejo de Cámaras Industriales están de acuerdo con sentar a la Catem en la mesa obrero-patronal, pues coinciden en que el lopezobradorismo sindical en Jalisco es inexistente.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I