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Política industrial

Entrado ya el quinto mes del año, las expectativas económicas se vislumbran complicadas para este 2019 con apenas una tasa de crecimiento de poco más de 1 por ciento.

El resultado del primer trimestre con crecimiento del PIB de sólo 0.2 por ciento, el más bajo desde 2009, hace pensar que no será posible alcanzar la meta fijada por el presidente López Obrador de 2 por ciento anual para este año.

Sin embargo, aún es posible lograr un ritmo de crecimiento creciente y sostenido para el sexenio si los planes y programas se ejecutan con celeridad y eficiencia, pero sobre todo si se instrumenta un programa de desarrollo industrial que estimule la inversión privada y evite la mayor afectación a este importante sector de la economía.

Urge establecer una sólida y efectiva política industrial que frene la tendencia a la baja de los últimos dos trimestres. En el primero de este año las actividades industriales sufrieron una retroceso de 2.1 por ciento.

De acuerdo con el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, A.C. (IDIC), que dirige José Luis de la Cruz, la economía mexicana enfrenta su mayor reto desde la recesión del 2009, con amenaza de estancamiento económico general, recesión en la industria y moderado desempeño del mercado interno.

El IDIC plantea instrumentar una estrategia de política económica e industrial contingente que revierta las actuales tendencias o el gobierno pudiera verse obligado a instrumentar medidas de ajuste macroeconómico, propias de los modelos neoliberales.

El gobierno tiene que actuar rápido y bien, una política industrial de aliento podría significar su salvación con el impulso a nuevas inversiones y la generación de empleo.

AHORROS

Resultan alentadoras las cifras dadas a conocer por Pemex como resultado del primer trimestre del año. Se estabilizó la caída en la producción de crudo en 1 millón 661 mil barriles diarios, reportó ventas totales por 356 mil millones de pesos, rendimiento en operación de 71 mil millones de pesos, una pérdida neta 35.7 mil millones de pesos y disminución en 79 por ciento en el famoso huachicoleo.

Todo ello inyecta confianza para el futuro de Pemex que es y seguirá siendo una gran empresa para el país, por lo que su rescate debe estar colmado no solo de nuevas inyecciones de capital (sin recurrir a nueva deuda), sino también de honestidad y eficacia administrativa.

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@salvador_mtz

JJ/I