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La banda Lemus & Frangie

A la flagrante violación del jefe de Gabinete de Zapopan, Juan José Frangie Saade, a la Ley General de Responsabilidades Administrativas al tramitar como representante legal de su empresa Foodlinks, SA de CV, un descuento de 100 por ciento por el pago de licencia correspondiente a este año 2019 –25 mil 700 pesos–, viene la cínica declaración del presidente municipal Jesús Pablo Lemus Navarro:

“Yo no veo ningún problema (…), no somos ciudadanos de primera o de segunda, somos ciudadanos como todos los demás. (…) Yo no veo que esto sea un conflicto de intereses, solamente es aprovechar el beneficio…”, publicó El Diario NTR Guadalajara en su edición del sábado pasado.

Con el burdo ejemplo de que todos los funcionarios pueden beneficiarse, como cualquier otro ciudadano, del descuento que el gobierno municipal otorga por el pronto pago del impuesto predial en los dos primeros meses del año –que nada tiene que ver con el caso en que está involucrado su jefe de Gabinete–, Jesús Pablo pretende minimizar el claro conflicto de interés en que incurre Frangie Saade al abogar como servidor público a favor de la empresa de su propiedad.

El falso argumento con el que Lemus Navarro sale en defensa de su amigo empresario se topa con lo que establece el artículo 58 de la Ley General de Responsabilidades Administrativas, que a la letra dice:

Incurre en actuación bajo conflicto de interés el servidor público que intervenga por motivo de su empleo, cargo o comisión en cualquier forma, en la atención, tramitación o resolución de asuntos en los que tenga conflicto de interés o impedimento legal…”. (Negritas del columnista).

Como puede advertirse, este artículo no hace excepciones: prohíbe al funcionario público tramitar cualquier asunto en el que tenga conflicto de interés. Y aquí el conflicto de interés es claro: Frangie es servidor público y como tal, en representación de la empresa de la que es accionista mayoritario, tramitó un asunto en el que tiene conflicto de interés por ser a favor de la empresa de la que es propietario. Que es un trámite que beneficia a 180 propietarios de negocios y que a la fecha lo han realizado 120, muy bien, pero la diferencia es que ninguno de ellos es funcionario público. Así de sencillo.

Incluso habrá que tomar en cuenta que el trámite que realiza Juan José Frangie es ante quienes son sus subordinados, amén de que como lo hace notar El Diario NTR Guadalajara, “los accesos a Plaza Patria –donde en uno de ellos se ubica el negocio de Frangie– no se vieron afectados por las obras de la Línea 3 del Tren Ligero”, además de que “al jefe de Gabinete se le concedió la exención de pago el 27 de marzo, cuando el propio alcalde afirmó el 4 de enero que dichos descuentos solamente se harían hasta febrero a los negocios ubicados sobre las calles principales o transversales a las obras del tren”.

De ser así, si de esta manera se le favoreció a Juan José Frangie, entonces se le puede aplicar también lo que establece el artículo 61 de la misma ley sobre el tráfico de influencias. Textualmente dice:

“Cometerá tráfico de influencias el servidor público que utilice la posición que su empleo, cargo o comisión le confiere para inducir a que otro servidor público efectúe, retrase u omita realizar algún acto de su competencia, para generar cualquier beneficio, provecho o ventaja para sí o para alguna de las personas a que se refiere el artículo 52 de esta ley”.

Por cierto, mientras los regidores de Morena ya anunciaron que analizarán el caso de Frangie, ¿es cierto que los regidores del PAN y del PRI José Antonio de la Torre y Abel Salgado, respectivamente, se reunieron el jueves a las 19 horas con Jesús Pablo Lemus en su despacho? ¿Trataron este tema o fue mera coincidencia? Porque su silencio es muy sospechoso.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA