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¡Madres! Enseñan honestidad

El origen de todos los males en la sociedad es la mentira. De ahí se desprenden grandes delitos. Robo, deslealtad, infidelidad, corrupción, soborno, cohecho son parte de la falta de integridad por ausencia de verdad al hablar y actuar. El problema inicia con los padres, esencialmente las madres, principales responsables de la formación de los infantes por la enorme cercanía que tienen en sus primeros años.

Permitir que los hijos mientan forma el tejido donde se anidará la corrupción. Mentir es parte de una emoción llamada miedo, que hace huir de la responsabilidad. Ser veraz no implica ser forzosamente transparente, franco, frontal o sincero, pues la prudencia es otro valor a cultivar. Aunque semánticamente tienen un vínculo, jerárquicamente ser franco es una subordinación de ser honesto, es un hiperónimo y no un sinónimo. Mentir para dañar es lo que no se debe tolerar desde pequeños. Las mentiras deben tener consecuencias firmes porque en el fondo pretenden burlar y menospreciar a la autoridad.

El mentiroso piensa que es superior al que engaña; ahí nace la soberbia y el sentimiento falso de superioridad. El niño que miente se vuelve mitómano, de tanto mentir empieza a huir y a evadir la verdad.

Si la corrupción, la deshonestidad y la falta de honradez son los principales males de nuestra sociedad es porque no hemos desarrollado metodologías educativas que permitan manejar emociones desde temprana edad y hacer mejores personas y funcionales ciudadanos que no engañen. En ocasiones ser honesto y leal implica herir sentimientos al hablar con la verdad a la pareja, a los hijos sobre situaciones difíciles.

Es momento de que la escuela deje de vaciar conocimientos memorísticos en los alumnos y que los padres mandemos a los hijos a la escuela para que los cuiden y así sentir que todos cumplimos. Es la hora de que padres y maestros enseñemos lo trascendental, porque un hombre y una mujer honorables serán ejemplares, productivos y exitosos. Esto depende especialmente de las madres, que están atentas como leonas de cada movimiento que hacen sus cachorros hasta que pueden valerse por sí mismos en la jungla. Que el mejor regalo el 10 de mayo sea la satisfacción de tener hijos rectos, íntegros, honestos y decentes que las honren con su probidad.

@Saucedodlallata

JJ/I