Elton

La película Rocketman, sobre la vida del cantante inglés Elton John, es más honesta que Bohemian rhapsody, acerca de Freddie Mercury. El director Dexter Fletcher tomó una buena decisión al convertir la cinta en un musical con la dosis suficiente de lentejuelas, plumas y extravagancia para introducir al espectador a los mundos del músico, marcado por la relación disfuncional con sus padres.

Lo que cuenta Rocketman es un viaje por los distintos niveles del infierno personal de Reginald Dwight, desde la falta de amor de sus padres, la ausencia de empatía de su familia para su amor por la música, su homosexualidad, el ascenso a la fama, su relación contrastada con el letrista Bernie Tupin, la incomprensión de la industria de la música para su trabajo, la turbulenta relación con su mánager, sus excesos, un intento de suicidio y su rehabilitación.

Y en un justo y sano equilibrio, Fletcher tejió el drama con muchas escenas de fantasía apegadas al glamour extravagante de Elton John, para dejar claro el despliegue de sus múltiples personalidades.

Acierto es también entregar arreglos a sus canciones con muchos estilos, hacer que los actores canten, como una ópera rock, distintos fragmentos para conseguir retratar los momentos que marcaron su vida, con la libertad de acomodarlos al relato cinematográfico y subrayar el drama, aunque los temas hayan sido lanzados en un pasado alejado a los hechos reales, lo que significa una verdadera intención artística, una recreación, una apuesta.

Las transiciones de escenas están pensadas y planeadas de forma cuidadosa y acuden a la estética de los videos ochenteros –época donde Elton John también marcó tendencia–. El final de la cinta es prodigioso al recrear el video original de I’m still stanging que resume la premisa de la cinta: a pesar de todo, Elton John se mantuvo en pie.

Un detalle entrañable: Elton John, adulto, abraza, al Reginald niño. La cinta, ante todo, es una reconciliación consigo mismo y sucede ante nuestros ojos. Si esta película sirve para poner de moda la música de Sir Elton John, habrá que celebrarlo.

Ahora que se anunció el concierto de Guns’N’Roses en el Estadio Jalisco el próximo octubre, vino a mi mente la majestuosa versión de November rain en la que tocó Elton John durante los premios MTV de 1992, fue un parteaguas al unir al pop y el hard rock, pero sobre todo al cantante macho y al más visible cantante y activista de los derechos de la comunidad gay de entonces. Si ellos pudieron eliminar esa barrera ¿por qué ustedes no? Ya hablaremos luego de la competencia entre el show de Gun’N’Roses y el festival Coordenada que coinciden en fecha, qué afán.

@tuamigoFranco

da/i