INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Ante los asesinatos de mujeres, ¿qué hacer?

Ante el creciente número de homicidios dolosos de mujeres y de feminicidios en el país, el reciente estudio Claves para entender y prevenir los asesinatos de mujeres en México se pregunta, ¿qué tendríamos que hacer? En respuesta plantea cuatro estrategias aplicables a Jalisco: 1. Tenemos que remediar la falta de datos; 2. Enfrentar (adecuadamente) la violencia en casa; 3. Exigir un control efectivo de armas; y 4. Desmilitarizar la seguridad pública.

Las cuatro propuestas, fundamentadas por el equipo de Data Cívica y del área de Derechos Sexuales y Reproductivos del Programa de Derecho a la Salud del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), con el apoyo de Open Society Foundations, las resumo apretadamente.

1. Faltan datos. Es mucho lo que sabemos sobre homicidios, pero aún falta mucho por saber. Y debe remediarse porque problema que no entendemos, problema que no podemos resolver. Dos tipos de datos faltan en los registros de Mortalidad del Inegi, base del estudio: las variables que ya existen, pero que no se usan o incompletas; y las que no existen pero que hacen falta. La gran mayoría de los registros no incluyen información de la violencia familiar, ni del parentesco del presunto agresor con la víctima. No se cuenta con datos que describan mejor quiénes son las víctimas, los agresores y cómo fue el evento. Faltan variables sobre los potenciales factores de riesgo. Acceder a los datos de homicidios de mujeres es difícil en procuradurías y fiscalías, las autoridades no comparten información. Se necesitan datos más precisos y oportunos para el análisis y toma de decisiones.

2. La violencia en casa. No es un fenómeno nuevo, pero a las mujeres las matan sobre todo en sus casas, con modos crueles, y afectan a niñas, adolescentes y adultas mayores. A pesar de normas, políticas e instituciones creadas, no se han logrado disminuir los homicidios en casa. Ni en los estados más pacíficos han bajado. Incluso han aumentado exponencialmente. Hay que evaluar todo lo hecho para combatir la violencia en las casas, ya que, “algo, claramente, no está funcionando”. Las instituciones creadas para implementar las políticas tienen debilidades, limitaciones humanas, técnicas y financieras, y enfrentan obstáculos comunes y constantes.

3. El control de armas. En el espacio público y en las viviendas, el homicidio con arma de fuego es la forma más común con la que asesinan a mujeres y hombres. Deben implementarse políticas para garantizar el control efectivo de las armas, una proporción importante de las cuales proviene de Estados Unidos, sin dejar de lado las perdidas y robadas que reportan autoridades mexicanas. Para responder a la violencia, las personas se están armando cada vez más y falta implementar políticas que den respuesta al armamento ciudadano, y no sólo en relación al de grupos criminales o de autoridades.

4. Desmilitarizar la seguridad pública. En el caso de las mujeres no se puede ignorar más: el impacto que ha tenido la militarización de la seguridad pública en la escalada de esta violencia. Estudios muestran que la militarización ha tenido un impacto directamente en los homicidios de mujeres. La pregunta no es si la militarización ha impactado o no las vidas de las mujeres, sino, más bien, a qué grado y de qué manera lo ha hecho. Los datos sugieren que la exacerbación de la violencia tiene que ver precisamente con la estrategia para hacerle frente a los grupos criminales: la militarización de la seguridad pública. Hay que limitar el poder militar. Vidas dependen de ello.

Propuestas, existen; analizarlas e implementarlas, falta.

[email protected]

JJ/I