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La fantasía

Hay muchos músicos que están dominados por la soberbia. Hay talentos cegados por la vanidad, el mundo no les merece aunque su pago sea un cartón de cervezas. Para ellos esta historia.

En 2004 la cantante española Bebe lanzó el disco Pa’fuera telarañas, sus canciones Malo, una historia contra la violencia de género y Con mis manos, una oda al autoerotismo, la hicieron famosa, fue la revelación de ese año. La fama la abrumó, dos años después se retiró y se dedicó a la actuación. Lo que no sabíamos en ese entonces es que había firmado un contrato leonino, salvaje y a todas luces, abusivo: el documento especificaba que Bebe grabaría cinco discos en un plazo de 10 años y su disquera se reservaba el derecho de retirar de sus discos los temas que no les agradaran.

En 2013 Bebé anunció que se salía de su disquera (Trovador), fue demandada y perdió. Dos años después contrademandó,

Esta semana, la cantante española ganó esa demanda entablada en 2015 por su editora musical contra Trovador, para librarla de ese estado de semiesclavitud. Apenas había cumplido con tres de los cinco álbumes firmados (Pa’Fuera telarañas (2004), Y (2009) y Un pokito de rocanrol (2012).

La gran promesa de la música española se apagó y en buena medida se debió a una mala decisión. ¿Cuántos músicos mexicanos, tapatíos, han firmado contratos como estos? Muchos, más de lo que imaginamos y han mantenido en la oscuridad los casos, ya sea por vergüenza, pudor o falta de humildad. La ignorancia acompañada de un deseo de salir del anonimato, provoca que la industria abuse de forma sistemática de los músicos.

Un famoso mánager se hizo cargo de una banda legendaria de Guadalajara desde la Ciudad de México. La banda consiguió, por méritos, llegar al festival Vive Latino. El día del concierto el representante llegó a cobrar su comisión sin haber movido un dedo. Después desapareció. Ese mismo personaje sigue activo y ronda proyectos emergentes. Seguro caerán.

Alan Krueger, uno de los principales asesores del ex presidente estadounidense, Barak Obama, escribió el libro Rockomics, donde habla de las desigualdades económicas con base en el rock. En su texto habla de cómo 1% de los artistas, todos del género pop, consiguieron 60% de las ganancias de las giras de conciertos en 2017 en Estados Unidos. Al ampliar la muestra, 5% se lleva 85% de las ganancias. El rock, pues, es aún una fantasía. Por cierto, Krueger se quitó la vida en marzo.

Ayer se conoció la muerte de André Matos, vocalista de Shaman y fundador de Angra, bandas metaleras brasileñas. En la semana murió el legendario Dr. John. Descansen en paz.

@tuamigoFranco

da/i