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Abuelas de Plaza de Mayo recuperan a nieto 130

(Foto: AP)

BUENOS AIRES. Javier Matías Darroux Mijalchuk, el nieto 130 recuperado por las Abuelas de Plaza de Mayo, consideró que haber descubierto su verdadera identidad fue “una caricia en el alma” y un “homenaje” a sus padres desaparecidos durante la última dictadura militar argentina.

En la presentación ante la prensa del nieto encontrado, Estela de Carlotto, titular del organismo humanitario, explicó que Darroux Mijalchuk, de 41 años, es hijo de Elena Mijalchuk y Juan Manuel Darroux, ambos desaparecidos en 1977.

Darroux fue secuestrado junto a su madre cuando tenía 4 meses. Ella, cargándolo y con otro embarazo, se acercó en diciembre de 1977 a una calle de Buenos Aires indicada en una carta que había recibido y donde era probable conseguir datos sobre su marido, secuestrado unos días antes.

Desde entonces nunca más se supo de ella y él fue encontrado en la vía pública por una mujer y luego dado en adopción por la justicia a una familia que lo crio.

“Hoy las Abuelas le damos la bienvenida", dijo De Carlotto. “Es un hermoso día. Llueve, pero no importa, aquí estamos para compartir".

La restitución de la identidad de Darroux Mijalchuk es la segunda en lo que va del año: en abril De Carlotto anunció la recuperación de la nieta 129.

Las Abuelas creen que unos 500 niños fueron secuestrados junto a sus padres o nacieron durante el cautiverio de sus madres y que la mayoría fueron robados de forma sistemática por los represores que, en muchos casos, los criaron como propios o cedieron a allegados.

Darroux contó que pasó un tiempo hasta que decidió acercarse a Abuelas para saber si era hijo de desaparecidos, sospecha que ya tenía.

El hombre agradeció a varios allegados que le insistieron que averiguara su verdadera identidad y en especial a su tío, Roberto Mijalchuk, que nunca dejó de buscarlo.

En 2006 se percató del “egoísmo” de su postura y de que “desde otro lado un hermano o un tío podían estar buscándome”. Decidió entonces acercarse a Abuelas en la provincia de Córdoba, donde residía, para informarse sobre cómo debía iniciar el proceso.

Después suministró una muestra de sangre, lo que permitió determinar su identidad tras contrastarla con las muestras que antes habían dejado los familiares que lo buscaban en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG).

“El derecho a la identidad no se abandona” dijo Mijalchuk, quien invitó a otras personas que tengan las mismas dudas sobre su procedencia a “juntar coraje y a acercarse” a las instituciones argentinas que pueden ayudarlas.

El nieto recuperado y su tío se abrazaron en varios momentos.

“Un desaparecido es un muerto que vuelve todos los días... Javier Matías no era un desaparecido: estaba en un lugar equivocado ", dijo Roberto Mijalchuk.

La justicia aún investiga la desaparición de la pareja Darroux Mijalchuk y el destino del otro hijo que gestaron.

En 2017 el Banco cumplió 30 años abocado a la identificación de hijos de las víctimas de la dictadura, durante la cual desaparecieron 30 mil personas según organismos de derechos humanos.

El BNDG recibe la continua visita de personas con dudas sobre su origen. Allí les toman muestran biológicas que son almacenadas y comparadas con las de familias que buscan a quienes fueron sustraídos cuando eran bebés.

Argentina es pionera en el mundo en la impartición de justicia para los casos de violaciones a los derechos humanos, tal como días atrás destacó la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, en una entrevista con Associated Press.

"Es indudable que Argentina está a la vanguardia no sólo a nivel de leyes y políticas públicas, también de institucionalidad que vela por la implementación efectiva de estos avances", dijo.

JJ/I