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Las cuotas en la reforma judicial

¿En serio debemos creer que con la reforma aprobada anteayer por la noche al Poder Judicial se acabó lo que aparentemente le vendieron a los jaliscienses en el discurso y que es poner fin al reparto de cuotas partidistas en la designación de magistrados, jueces y consejeros de la Judicatura? ¿Usted le cree a los diputados y al titular del Ejecutivo?... Yo tampoco.

Pero al mismo tiempo queda una pregunta en el ambiente político-legislativo-judicial, tras la decisión de la mayoría de los diputados: ¿Controversia o amparo… o a las dos cosas recurrirá el Poder Judicial y posiblemente en lo individual los magistrados o jueces? Porque quien crea que se acatará al pie de la letra lo aprobado por los legisladores está equivocado.

En su momento el gobernador Enrique Alfaro y luego los legisladores, principalmente los de su partido Movimiento Ciudadano, argumentó que su iniciativa de reforma al Poder Judicial tenía como propósito acabar con las cuotas partidistas en la designación de magistrados y jueces, lo que además de responder a satisfacer intereses particulares o de grupo era abrirle la puerta a los actos de corrupción o al pago de favores. Pero nada más alejado de eso.

Actualmente existen cinco vacantes de magistrados en el Supremo Tribunal de Justicia y está próximo a quedar libre un lugar en el Consejo de la Judicatura. Bueno, pues resulta que de acuerdo con fuentes cercanas a los poderes Legislativo y Judicial, esos espacios ya estarían repartidos entre los partidos Movimiento Ciudadano –de dos a tres magistrados– y Acción Nacional, así como un espacio al Grupo Universidad, en lo que toca al Supremo Tribunal de Justicia, en tanto que la silla que quedaría vacante en el Consejo de la Judicatura se le seguiría respetando al PAN.

Sin embargo, en las negociaciones de esos espacios también estaba incluido el partido Morena, que reclamaba una magistratura y el lugar en el Consejo de la Judicatura, cosa que finalmente no obtuvo y que esa habría sido la razón para emitir su voto en contra de la reforma, no obstante que la contra oferta que le hicieron fue de entregarle dos magistraturas. Pero su postura fue inamovible: un magistrado y un consejero… y se quedó sin nada.

Pero se asegura que pronto quedarían otros tres lugares vacantes en el Supremo Tribunal de Justicia, pues se presume el próximo retiro de los magistrados Sabás Ugarte Parra, de la décima sala de Justicia Integral para Adolescentes y Penal; Javier Humberto Orendáin Camacho, de la quinta Sala Civil; y Rogelio Asaad Guerra, de la décima primera Sala Penal, con lo que los espacios por repartirse entre los partidos se ampliarían y, con ello, confirmar que “del dicho al hecho hay mucho trecho”.

En cuanto a la postura que asumirá el Poder Judicial respecto a las reformas aprobadas por los diputados, aún se desconoce porque están a la espera de que les hagan llegar la minuta y saber exactamente cuáles fueron las modificaciones y cuáles de ellas les afectan como para verse forzados a recurrir a la controversia y, al mismo tiempo, al amparo, pues no quieren correr el riesgo de que si sólo recurren a la primera, en el futuro queden sujetos a la voluntad del presidente –el actual o el que le suceda–, que pueda desistirse como resultado de las negociaciones políticas que lleva a cabo. Posiblemente este tema lo aborden en la sesión del pleno del Supremo Tribunal la próxima semana.

Y es que ante lo publicado en los medios, magistrados y jueces desconocen cuáles medidas aprobadas los salpican a ellos ya en el ejercicio del cargo y cuáles únicamente aplicarán a los nuevos aspirantes, como es el haber de retiro del que saben que ya no existirá pero ignoran si también ellos ya no lo recibirán.

Pero reitero: ante lo aprobado, huele a controversia y amparos. Al tiempo.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I