El “tercer país seguro" (I)

De los 45 días que acordaron los gobiernos de Estados Unidos y México para evaluar si entraba en vigor la temible fase 2 de las amenazas de Trump, sólo quedan 37. Los temores son incontables… pérdida de empleos, depreciación del peso, caída en la bolsa de valores, inflación, recesión, aumento en el costo de la deuda, caída en la recaudación fiscal y por ende en el financiamiento para los programas sociales y la obra pública, en fin, mil maravillas más con las que se impulsa una imagen de terror.

Ante tal escenario cabe preguntarse ¿qué es lo que tenemos? Los eventuales aranceles, “el tercer país seguro” o lo que venga no implica que desaparezcan los campos y los caminos, las fábricas y los mercados, las escuelas o los hospitales, el petróleo o el agua.

Considerando el sector externo, el mundo sigue y seguirá necesitando petróleo, México cuenta con un siglo de historia produciendo automóviles, sus productos agrícolas son altamente valorados, se cuenta con una gigantesca potencialidad de recursos minerales, somos un país megadiverso y uno de los principales puntos turísticos del planeta.

¿Qué podrían enviarse a México hasta 600 mil migrantes centroamericanos ya ubicados en los Estados Unidos? Durante el sexenio de Vicente Fox llegaron a salir hasta 700 mil mexicanos en un año a ese país, 600 mil personas equivalen a 0.4 por ciento de los habitantes de nuestro país.

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JJ/I