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De Primera, a billetazos

SORPRESA. FC Juárez, siempre competitivo en el Ascenso MX, entra lugar de Lobos BUAP. (Foto: Imago7)

En el futbol mexicano se acabó desde hace tiempo la era romántica. Es decir, la época en la que un equipo lograba su ascenso desde la Tercera hasta la Primera División, no existe más.

El mundo moderno de las prisas, las urgencias y el negocio inmediato marcan que transitar por el camino largo es una pérdida de tiempo, por lo cual lo más común es que los clubes compren franquicias de Primera División para evitar la competencia deportiva.

El caso de Bravos de Juárez, que adquirió la franquicia de Lobos BUAP, no es el primero en el futbol mexicano. Desde hace más de 40 años es una práctica válida en la liga.

Sin embargo, son pocos los clubes que logran permanecer y tener éxito en el máximo circuito a través de dicha medida. Las excepciones las marcan Santos Laguna (campeón de liga en seis ocasiones, y Leones Negros, subcampeón de liga tres veces). El resto ha tenido una vida efímera.

El primer caso sonado fue el de la Universidad de Guadalajara, que para la temporada 74-75 compró en 3 millones de pesos a Diablos Blancos de Torreón.

La historia de Leones, de manera increíble, fue de más a menos en los 20 años que estuvo en Primera División.

El equipo fue bautizado por el locutor Ángel Fernández como Leones Negros, por contratar jugadores brasileños de raza negra como Eusebio, Jair, Nene, Roberto da Silva y Joao Amaral, además abrir la cartera para comprar a Chivas al portero Ignacio Calderón y a jugadores como Ricardo Chavarín, lo cual dio paso al mote de el equipo que nació grande.

DINERO, SOBRA. Fidel Kuri paga 120 millones de pesos para mantener al Veracruz en la Liga MX.
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En  poco tiempo, la UdeG ligó dos subcampeonatos en las temporadas 75-76 y 76-77, al perder con América y Pumas, respectivamente.

En la temporada 89-90 perdió la Final en Puebla y, en 1994, la Universidad no pudo mantener más al equipo en Primera División, para cumplir una ausencia de 20 años y regresar de manera breve en el periodo 2014-2015.

Poco después, Coyotes del Neza, que jugaba en Tercera División, compró en 1978 la franquicia del Club Laguna. En sus inicios se clasificó a Liguilla en tres ocasiones de manera consecutiva (de 1979 a 1982), pero después fue un equipo que constantemente estaba peleando por no descender.

Los Coyotes desaparecieron cuando Correcaminos de la UAT compró la franquicia para la temporada 89-90.

Para 1984, Ángeles de Puebla adquirió la franquicia del Oaxtepec para quedarse cinco años en Primera División. De 1984 a 1986 fue dirigido por Ricardo La Volpe, quien después emigró al Atlante. El equipo desapareció para la temporada 88-89, cuando Santos Laguna compró la franquicia.

Posteriormente, La Piedad tuvo otro triste final para darle vida al Querétaro en 2002. Los Reboceros habían sido líderes generales en el Verano 2002, pero su propietario, Valente Aguirre, prefirió venderle la franquicia a Gallos Blancos.

La Piedad logró de nuevo su ascenso en 2013, pero Fidel Kuri compró la franquicia para convertirlo en el actual Veracruz, que recientemente pagó 120 millones de pesos para no perder la categoría.

RECUERDO. Leones Negros llega al máximo circuito en la temporada 74-75 tras comprar a Diablos Blancos de Torreón.
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Otras formas de perdonar

El futbol mexicano se ha distinguido por ser complaciente con los clubes que deportivamente pierden su derecho a mantenerse en Primera División.

No solamente se trata de pagar 120 millones de pesos como lo consiguió Lobos BUAP el año pasado, y como recientemente lo hizo Veracruz. En 1999, Puebla terminó en el último lugar de la tabla porcentual, pero para evitar el descenso compró la franquicia del Unión de Curtidores que había conseguido el ascenso.

En 2001, Atlante había descendido, pero en ese entonces ideó un mecanismo para que mediante el pago de 5 millones de dólares tenía derecho a jugar una promoción contra el ascendido, que era Veracruz. Los Potros, que eran propiedad de Alejandro Burillo libraron la condición de dicho pago a través de la donación de dicho dirigente del Centro Pegaso, actual Centro de Alto Rendimiento donde actualmente entrena la selección mexicana, y de esta forma Atlante se quedó en Primera. En 2013, sucedió lo nunca visto en la Liga MX. Querétaro evitó el descenso al comprar la franquicia de Jaguares de Chiapas, que a su vez fue adquirido por San Luis. Omar Fares

CIFRAS

2 equipos que compraron franquicias en Primera División han sido protagonistas: Santos y Leones Negros

6 títulos de Liga, un torneo de Copa MX y un Campeón de Campeones han cosechado los laguneros

3 subcampeonatos  y una Copa México consiguió Leones Negros, que compró la franquicia en los años 70

3 clubes son los únicos en ascender desde Tercera División a Primera División: Tecos, San Luis y Oaxtepec

Juárez, una plaza maldita

Ciudad Juárez, Chihuahua, volverá a contar con futbol de Primera División por tercera ocasión en su historia.

Sus anteriores aventuras no han sido las más exitosas, a excepción de la etapa de Indios en el Torneo de Clausura 2009, cuando luego de pelear por no descender se clasificaron a Semifinales.

Luego del descenso de Cobras de Querétaro, la joven empresaria Alejandra de la Vega (actual dueña de Bravos de Juárez) compró la franquicia para llevar a Juárez.

La primera aparición de dicha plaza en el máximo circuito se dio en la temporada 87-88, luego de ganar la Final de la Segunda División a León.

En los cuatro años que permaneció en Primera, fue un equipo irregular, pese a contar por momentos con técnicos como Carlos Miloc y Héctor Hugo Eugui, quienes intentaron darle una identidad aguerrida a un equipo que al final no consiguió ser protagonista.

A JUGAR. Los Bravos esperan tener mejor suerte que Indios, extinto hace nueve años.
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Por Cobras desfilaron jugadores que en realidad iban en retirada, como José Luis Pareja López, Armando Manzo, Rafael Toribio, Enrique López Zarza y uno de sus mejores defensas, el seleccionado estadounidense Cle Kooiman.

Curiosamente, en la temporada que descendieron (91-92), Cobras tuvo un excelente Torneo de Copa que perdieron ante Rayados de Monterrey.

En 2005, la familia de Jesús Martínez mudó su equipo Pachuca Juniors para comprar la franquicia de Indios de Ciudad Juárez y así contar con un equipo filial en Liga de Ascenso.

Al conseguir su boleto a la Primera División, el club se independizó de los Tuzos, y para el Clausura 2009, dirigidos por Héctor Hugo Eugui, tuvieron un torneo de Cenicienta en el que se salvaron del descenso pero consiguieron clasificarse hasta Semifinales.

Sin embargo, el equipo se desmanteló y descendió en el Bicentenario 2010, luego que a partir del Apertura 2009 sumó 27 partidos consecutivos sin ganar, marca que recientemente igualó Veracruz.

JJ/I