Violencia y muerte contra mujeres

El jueves, cuando iba rumbo a mi trabajo, una noticia llamó mi atención. De inmediato subí el volumen de la radio y escuché el reporte de la investigación realizada por dos investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) sobre la violencia contra las mujereas en el Área Metropolitana de Guadalajara. Al día siguiente, Martha Hernández (El Diario NTR 28/06/19) abordó ampliamente los resultados de dicha investigación y la insistencia de los investigadores universitarios de que debe tratarse como problema de salud pública.

De acuerdo con la investigación referida, sus autores, Antonio Reyna y Guillermo González, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara, destacan que el homicidio en contra de las mujeres ha aumentado 68 por ciento entre 2013 y 2018 en los municipios del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG). En 2013 los medios impresos registraron 54 homicidios en 49 colonias; en 2018 sumaron 87 homicidios en 64 colonias. Como información complementaria tenemos que de 2010 a 2017 el Inegi registró 962 homicidios contra mujeres en el AMG.

Los investigadores ponen énfasis en que los homicidios en contra de las mujeres deben verse no sólo como un problema de violencia, sino como un problema de salud pública en tanto que pueden evitarse y trabajarse mucho más en la prevención.

El referido estudio ubica como la zona de mayor riesgo colonias del sur de la ciudad, que se ubican en la colindancia de los municipios de Guadalajara y Tlaquepaque, alrededor del cerro del Cuatro. Aunque en el periodo se advierte una tendencia a la baja en Guadalajara y Zapopan, el problema persiste en el conjunto del AMG. En 2013 destacan la Mesa de los Ocotes y Las Fuentes, en Zapopan; El Vergel, Tlaquepaque, y la colonia Echeverría, en Guadalajara. Para 2018, la mayor incidencia se tiene en la colonia Constitución, en Zapopan. Nueva Santa María, Jardines de Santa María, Buenos Aires y repite El Vergel, en Tlaquepaque. En Guadalajara reaparece la colonia Echeverría.

En lo que respecta al perfil de las víctimas y las circunstancias destaca que una de cada dos mujeres asesinadas es menor 30 años y que 55 por ciento de las agresiones ocurrieron en la propia vivienda, entre viernes y domingo. Ocho de cada 10 fueron agredidas con armas de fuego y el resto, con objetos punzocortantes o ultimadas por asfixia.

El panorama, además de aterrador y crudo, puede servir para que sea atendido como un problema de salud pública que afecta a la población en su conjunto, para que se trabaje en una política metropolitana de prevención, ya que el problema persiste –aunque en Zapopan y Guadalajara a la baja– en los municipios de Tlaquepaque, Tonalá y Tlajomulco.

Uno puede suponer que si la violencia es una dinámica constante en muchos de los hogares de nuestra ciudad, que los eventos no sólo pueden repetirse, sino que la escala de violencia utilizada se incrementa y puede llegar a agresiones que terminan con la vida de la persona más débil en la pareja, invariablemente la mujer.

Siendo así, por un lado se impone que las autoridades de los diversos municipios aprovechen la información y los hallazgos de estas investigaciones y trabajen a fondo en propuestas que vayan revirtiendo la permisividad de la violencia aun en el ámbito privado y con mayor cuidado trabajen para que aquellos problemas asociados a la muerte de las mujeres, como puede ser el alcoholismo.

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