¿Quién cuida a quien me cuida?

“El profesional de salud se enferma en la misma medida que éste sana a los pacientes”

Juan Molina

En México es notable que el sector salud se encuentra en condiciones precarias, donde la atención cada día es más ineficiente por falta de insumos y espacios para brindar una atención de calidad. Por ende, las personas que trabajan para el sector salud llegan a ser insuficientes para atender la demanda de pacientes y muchos de ellos trabajan en condiciones precarias y sin seguridad social. Pero, pese a esto, los trabajadores de la salud pública tratan de seguir atendiendo y cuidando la salud de sus pacientes. Siendo sometidos a cargas laborales, donde llegan a durar días sin dormir y comer adecuadamente y hasta llegar al punto de abusar de ciertas sustancias.

Muchos de los trabajadores del país están trabajando bajo el régimen de “honorarios”. Esto quiere decir que sus contratos son temporales por 2 a 4 meses, no tienen derecho a prestaciones, ni prestaciones sindicales y tampoco cuentan con seguro médico para ellos y sus familias. Entonces, por lo consecuente, mucho menos cuentan con una atención psicológica, que claramente es necesaria, ya que es notable que el nivel de estrés en México se está volviendo insostenible, generando un gran número de trabajadores que presentan el Síndrome de Burnout, llegando por desgracia a desenlaces trágicos como es el suicidio.

Las estadísticas indican que los médicos se están convirtiendo en los principales profesionales que están llegando a cometer suicidio, por ejemplo, en un grupo de 10 médicos graduados cuatro de ellos pueden llegar al suicidio, ya que puede ser que ellos no resistan la presión laboral y las dificultades personales que conlleva la profesión, si a esto además le sumamos que las condiciones de trabajo no son aptas, más las demandas de sus pacientes que llegan hasta los insultos, entonces el riesgo aumenta.

Por estas y más situaciones se debe de considerar la importancia de contar con servicios psicológicos especializados para atender a estos profesionales, ya que no se puede asegurar la disminución de la demanda de servicios médicos, y tampoco  asegurar condiciones óptimas para el trabajo, pero si se puede ayudar promoviendo e incorporando planes eficaces de prevención y promoción de la salud mental a todos los médicos, enfermeras y el conjunto de trabajadores de la salud, para así también cuidar de ellos.

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