INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

El caso Ola Bini

Luego de 70 días encarcelado en Ecuador sin una acusación formal, el activista por la privacidad y experto en criptografía, el sueco Ola Bini, fue liberado el pasado 20 de junio. Su caso es uno de los más flagrantes ejemplos de la paranoia y la privación ilegal de la libertad en la historia de la tecnopolítica.

Ola Bini, también desarrollador de software libre, narró a través de la cuenta de Twitter @FreeOlaBini que su detención se dio en las peores condiciones: sin que le indicaran el motivo de su arresto, sin que le leyeran sus derechos, sin traductor y posteriormente, irrumpieron en su departamento y confiscaron su equipo sin una orden judicial.

Bini, de 37 años, reside en Ecuador desde 2013. Es amigo del australiano Julian Assange, fundador de WikiLeaks, quien se encuentra en prisión en el Reino Unido luego de que el país sudamericano dejara de brindarle asilo político. De hecho, el sueco fue detenido el mismo día que Assange.

A través de declaraciones en medios de comunicación del propio presidente ecuatoriano, Ola Bini fue señalado de hackear los sistemas del gobierno, sin que haya detalles más precisos.

A los gobiernos les gusta explotar la imagen del oscuro hacker solitario y criminal para revertir la opinión pública contra los informantes, filtradores de información y activistas. Muchos desarrolladores pueden parecer excéntricos, pero eso no los hace criminales: cuando lo detuvieron, Bini cargaba consigo cerca de 30 memorias USB con información encriptada.

El informático se encuentra imposibilitado para salir del país hasta que no concluya su juicio. Además de la serie de arbitrariedades, llama la atención que el gobierno de Ecuador permitió que el FBI planteara algunas preguntas al acusado, pero poco después, el buró norteamericano retiró la solicitud.

Además, el gobierno ecuatoriano habría solicitado apoyo al estadounidense para desencriptar las memorias que le fueron confiscadas al momento de su detención.

Todo apunta a que Estados Unidos tiene un especial interés por obtener información del sueco, quien supuestamente fue a visitar a Assange 12 veces en la embajada ecuatoriana en Reino Unido.

Si Ola Bini es en efecto culpable de algún crimen informático, las condiciones de su detención parecen indicar todo lo contrario. 

[email protected]

JJ/I