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Brasil conquista en casa su novena Copa América

(Foto: AP)

RÍO DE JANEIRO. ¿Se necesita a Neymar?

La respuesta de Brasil fue un enfático no.

Sin su lesionada estrella y en inferioridad numérica durante los últimos 20 minutos, la Canarinha conquistó el domingo su novena Copa América y primera desde 2007 al doblegar 3-1 a Perú, el equipo que no pudo conseguir una última sorpresa.

Everton, quien cubrió el puesto de Neymar, fue uno de los ejes de la consagración en el estadio Maracaná, la casa sagrada del fútbol brasileño. Revelación del torneo, Everton anotó el primer gol y propició la falta para el penal que Richarlison cobró a los 90 minutos para sellar el quinto título ganado como locales.

Autor del segundo gol y arquitecto de una asistencia de antología, Gabriel Jesús puso a sufrir a los brasileños cuando se hizo expulsar en el tramo final. Pero Brasil aguantó con firmeza y Richarlison liquidó a su oponente con la pena máximo.

Los tantos de Everton y Jesús habían dejado a los anfitriones con ventaja al descanso.

Perú rasguñó una igualdad pasajera cuando Paolo Guerrero convirtió de penal en el último tramo del primer tiempo. Pero la Blanquirroja no supo aprovechar la superioridad numérica, y dejó escapar la oportunidad de sorprender una vez más al mundo tras eliminar a Uruguay en cuartos de final y al bicampeón defensor Chile en las semifinales.

La ausencia de Neymar, por una lesión que sufrió en la antesala del torneo, no frenó a la Canarinha en su casa. Tampoco la expulsión de Jesús a los 70 por doble amonestación.

Everton fue proclamado como el mejor jugador de la final y también quedó como uno de los máximos anotadores del torneo, con tres conquistas, al igual que Guerrero. El veterano lateral derecho Dani Alves, quien recibió el brazalete de capitán por la baja de Neymar, fue declarado como el mejor jugador del certamen.

Neymar y su hijo vieron la final sentados junto al presidente Jair Bolsonaro, en un Maracaná repleto con 70 mil espectadores.

Sustentada con su pegada, vigor físico y orden colectivo, Brasil se sube al trono sudamericano por primera vez desde 2007. Tampoco falla cuando le toca albergar la cita continental: cinco veces anfitrión, cinco veces campeón — la última en 1989. También ganó su quinta final de la Copa América, imponiéndose en las definiciones de 1997, 1999, 2004 y 2007.

No es el Brasil vistoso de antaño, pero su jerarquía continúa imponiéndose.

Los dos grandes pilares fueron Jesús y Everton, goleadores en el duelo final de la tercera Copa América que se ha disputado en cinco años.

Bajo crecientes cuestionamientos tras la eliminación en los cuartos de final de la pasada Copa Mundial, Tite encontró en el armario los hombros que terminaron marcando la diferencia. Tanto Jesús como el Cebollita Everton comenzaron como suplentes pero terminaron revolucionado a la Selecao.

Tite sale bien parado. El título alivia la presión reciente cuando se empezó a criticarle por sus convocatorias conservadores y un rendimiento insípido.

Brasil no había pasado de cuartos de final en la Copa América desde que le ganó 3-0 a Argentina en la final de 2017 en Venezuela. Ni siquiera sobrevivió la fase de grupos en 2016.

JJ