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Documentan el sentido de los oficios

Labor. Los creadores se acercaron de manera intuitiva a espacios remotos para buscar la historia de seis personas de la tercera edad que practican un oficio. (Foto: Cortesía)

Como un viaje orgánico en el que escuchar se volvió una necesidad fue la realización del cortometraje documental Pervive, dirigido por David Bogarín y un equipo de jóvenes creadores egresados del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). El viaje de cuatro jóvenes con mucha inquietud por hacer cine y por contar historias que están ocultas todavía en los rincones de las ciudades. Historias sobre el saber hacer que cada vez es menos valorado en México. 

Actualmente el producto cinematográfico se encuentra en su etapa de postproducción. El productor Diego Balam y Bogarín calculan que el trabajo durará alrededor de tres meses para el corte final, y junto con el cubano Gabriel Trujillo que hizo el guion y Raúl Muñoz en la coproducción conforman el crew de este proyecto. 

“Ha sido un viaje largo emocional, física, mentalmente y profesionalmente”, dijo el director de la obra. “Todo el mundo nos ha dicho que hacer documental es irse por el camino difícil, pero a final de cuentas ha sido un viaje para encontrarnos con las historias, conocer mucha gente, más allá que hacer un documental estamos haciendo un proceso colectivo en donde lo más importante son las personas que nos han compartido su historia, hay que sentir que estamos haciendo cine todos y que ellos son los más importantes”. 

La investigación de campo en las diferentes locaciones fue un poco el primer guion que siguieron los creadores en este proyecto de manera intuitiva en espacios remotos con la historia de seis personas de la tercera edad que practican un oficio. En La Margarita y Salinas del Rey en Coahuila, Santa Cruz en Campeche y varios barrios tradicionales de Guadalajara en donde cuentan cómo ha sobrevivido su estilo de vida y qué desearían que prevaleciera de su trabajo y legado personal una vez que se ausenten a través de su familia. 

Los creadores contaron que este es un filme sobre los orígenes que estamos olvidando. Una reorganización de prioridades y una vuelta a pensar en esos que vinieron detrás de nosotros. 

“Responde mucho a inquietudes a alguien que está buscando qué sentido tiene aprender un oficio cuando parece que ya no hace falta. El oficio termina siendo un pretexto porque nos referimos a cualquier experiencia de vida relacionada con la curiosidad, con seguir generando su propio conocimiento, todo eso parece castigado, se pone por encima la producción de capital de la relación con las tradiciones y la comunidad, perpetuar el conocimiento y el aprendizaje, el contacto con los antepasados, el sentido humano”, dijo el director. 

Actualmente los creadores siguen buscando financiamiento para terminar la producción y comenzar una gira de festivales que todavía no tiene fecha de inicio. Ese circuito determinará el final último de distribución del filme hecho en Jalisco. 

“Muchas personas se han sumado a esta apuesta. Lo más fuerte se gestionó en Campeche, una productora nos patrocinó todo el equipo necesario. El total de la producción logró solventarse con muchos esfuerzos. Ahora mismo estamos en busca de una cabina para mezclar el sonido del filme, estamos buscando a personas que quieran colaborar, este es un esfuerzo colectivo hecho gracias a muchas manos”, dijo Balam, el productor. 

Los creadores dijeron que aunque no hay todavía una fecha de estreno harán varias proyecciones en las comunidades donde trabajaron, así como han mantenido un contacto cercano con las personas que compartieron sus historias y que se convirtieron en el pilar principal de todo su trabajo.

“Más allá que hacer un documental estamos haciendo un proceso colectivo en donde lo más importante son las personas que nos han compartido su historia, hay que sentir que estamos haciendo cine todos”

David Bogarín, director

JJ/I