Pagos no llegan a médicos residentes

Sobrellevar jornadas que se extienden por más de 30 horas; combinar la atención de pacientes con el desarrollo de actividades académicas y de investigación e ingeniárselas para brindar servicios médicos de calidad a pesar de, muchas veces, no contar con los recursos necesarios para ello, son situaciones a las que cotidianamente hacen frente miles de médicos residentes del país; sin embargo, cuando a estas circunstancias se suma la falta de pago por su actividad, el desánimo puede hacerse presente.

En esta situación se encuentran al menos 11 médicos residentes que realizan sus estudios de especialidad en las unidades de la Cruz Verde Guadalajara, quienes, a pesar de haber cumplido con sus responsabilidades, no recibieron sus percepciones correspondientes a las dos quincenas de marzo y la primera de abril. Un adeudo superior a 14 mil 200 pesos por persona que, hasta el momento, el gobierno municipal tapatío no ha saldado.

Ante la situación, esta semana los alrededor de 40 médicos que se forman en las especialidades de anestesiología, urgencias médicas y traumatología y ortopedia, se solidarizaron con los afectados –todos residentes de primer año– y, sin descuidar su quehacer, convocaron a una asamblea permanente.

A la exigencia de pago, añadieron demandas como una mayor precisión en los términos de sus contratos y un aumento en sus percepciones.

“Somos médicos titulados, pero al estar haciendo la especialidad, a veces se nos considera todavía como estudiantes y nuestra remuneración como una beca. Los contratos son ambiguos, al igual que nuestro estatus, laboral o educativo, no está bien regulado (…) No tenemos ningún tipo de prestación, por ejemplo, no nos dan Infonavit y el aguinaldo lo toman como si fuera un bono navideño, pero a las becas sí les restan el impuesto sobre la renta”, detalla uno de ellos, quien prefiere el anonimato.

Durante la duración de sus estudios de especialidad, que va de tres a cuatro años, cada residente de la Cruz Verde tapatía recibe quincenalmente un monto de 4 mil 761 pesos, cantidad inferior a la que perciben sus pares en otras instituciones. En el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), por ejemplo, ésta oscila entre 6 mil y 7 mil 600 pesos, en función de su jerarquía.

RETRASO, POR REVISIÓN DEL CONTRATO

En entrevista con este medio, Miguel Ángel Andrade Ramos, titular de la Dirección de Servicios Médicos Municipales de Guadalajara, explicó que el retraso en el pago obedece a que, en un contexto en el que a nivel nacional se afina la emisión de una nueva norma oficial mexicana sobre residencias médicas, la administración municipal realiza una revisión de los contratos precisamente para valorar si la figura bajo la que se entabla la relación debe modificarse.

“Hay detalles que se deben de revisar para protegerlos, para arroparlos como parte de la institución y respaldarlos ante alguna situación (legal) derivada de alguna cirugía o de urgencias complejas”, expuso.

Independientemente de ello, aseguró que los adeudos abiertos quedarán saldados a más tardar el próximo 30 de julio.

Al respecto, los médicos residentes advirtieron que, de incumplirse la promesa, reanudarán la asamblea que levantaron tras el anuncio.

De igual forma, Andrade Ramos manifestó que se contempla la posibilidad de que, a partir del próximo año, el monto de las becas se incremente en alrededor de 500 pesos quincenales.

Entre los médicos hay temor de que, a causa de la manifestación de sus inquietudes, se les levante un acta administrativa -lo que incluso podría significar el fin anticipado de su residencia-, a lo que el funcionario añadió que no existirá represalia alguna por este motivo.

“No tenemos ningún tipo de prestación, por ejemplo, no nos dan Infonavit y el aguinaldo lo toman como si fuera un bono navideño”

Afectado por el retraso de pagos

“Hay detalles que se deben de revisar para protegerlos, para arroparlos como parte de la institución y respaldarlos ante alguna situación (legal)”

Miguel Ángel Andrade Ramos, titular de Servicios Médicos Municipales Guadalajara

Pendientes, de toda índole

Si bien la falta de pago fue el motivo que orilló a que los médicos a alzar la voz, éste no es el único obstáculo que enfrentan en sus actividades cotidianas.

En términos académicos, existe otro déficit de suma importancia: quienes se están formando en el ramo de urgencias médicas lamentan que la mayoría de sus tutores sean médicos generales y no, como resultaría obvio, urgenciólogos, situación que, consideran, puede repercutir negativamente en su especialización.

“No hay urgenciólogos ni en todos los turnos ni en todas las unidades. Es una institución que, primordialmente, trabaja un área de urgencias sin tener muchas veces un especialista en ello”, lamentó un residente.

Esta situación incumple con la Norma Oficial Mexicana (NOM) 001-SSA3-2012, la cual actualmente regula la organización y funcionamiento de residencias médicas. En ésta se establece que para ejercer como profesor titular o adjunto es indispensable “ser médico especialista en la disciplina respectiva y contar con cédula con efecto de patente para ejercer la especialidad correspondiente”.

Al respecto, Miguel Ángel Andrade Ramos, titular de la Dirección de Servicios Médicos Municipales de Guadalajara, expresó que esta situación se replica a lo largo de múltiples instituciones del país debido a que la especialidad en urgencias médicas es “relativamente nueva”.

 RESPUESTA. El funcionario municipal (al centro) niega que existan problemas de abastecimiento de medicamentos.
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“Hay una deficiencia de urgenciólogos en instituciones tanto públicas como privadas (…) Por supuesto que tenemos médicos especialistas con cédula y con todas las credenciales que exige la normatividad vigente para ejercer como profesores titulares de la especialidad, aunque por supuesto que, en algunas guardias, no podemos tener la cobertura de todas las áreas con urgenciólogos. Estamos trabajando en un proyecto para incorporar especialistas”, expuso.

Otros reclamos de los médicos residentes versan sobre deficiencias en la infraestructura de las unidades, una constante carencia de insumos, la falta de entrega de uniformes y poca disponibilidad de materiales académicos.

“Trabajamos con lo más precario, con falta de medicamentos, de material de curación, estamos expuestos a radiación y no se nos da un dosímetro. Las instalaciones, en general, son precarias. (Además), en el último mes ha estado llegando muchísimo secuestrado, baleados hay todo el tiempo y siempre hay el riesgo de que se meta cualquier persona”, comentó otro de los residentes.

Al respecto, aunque el funcionario negó que existan problemas de abastecimiento de medicamentos o materiales “que pueden afectar en la atención de algún ciudadano” y consideró que el estado de las instalaciones es bueno, aseguró que se trabaja constantemente en la atención de los otros temas.

JJ/I