Chivas, en la dura encrucijada

Nunca como ahora, los partidos de pretemporada habían adquirido tanta importancia para Chivas. Independientemente del equipo del que hoy hablamos, el discurso que ofrece todo técnico cuando los resultados no son positivos en dichos juegos de ensayo es que “el resultado no importa, sino el funcionamiento”.

Hay que tomar en cuenta que los encuentros amistosos los entrenadores de los conjuntos que se enfrentan utilizan en cada partido distintas alineaciones, y por lo general, por no decir que en todos, en el segundo tiempo se realizan cambios en referencia al once inicial para darle actividad a todos los jugadores convocados. Es decir, la pretemporada es simplemente un experimento, mas no un reflejo de la realidad.

Cualquier marcador que se dé en los juegos no deben o no deberían tomarse en cuenta, porque si algo nos demuestra la historia es que es muy engañoso tanto el tener una buena racha como una mala.

Sólo por recordar lo confuso de buenos resultados en pretemporada hay que remontarse a la del Apertura 2013 con Benjamín Galindo, en la que se ganaron todos los partidos. En el torneo, Chivas tuvo una de sus peores temporadas.

Como dicen, los números son fríos y no mienten: de siete partidos disputados sólo se registran dos victorias y fueron ante rivales que no son de Primera División, como Pioneros de la Segunda y Leones Negros de la Liga de Ascenso. Las demás fueron derrotas ante River Plate, Boca Juniors, Fiorentina, Benfica, y un empate en 90 minutos ante Atlético de Madrid, que al final se decidió a favor de los Colchoneros por la vía de los penaltis.

Si a estos números se le agregan los cuatro que dirigió Boy en la recta final, solamente se asoma el triunfo sobre León por tres descalabros, además de la derrota ante Santos en el debut en el Apertura 2019. En total, en 12 partidos sólo hay nueve goles a favor y 22 en contra.

Obvio, la afición está aterrada y lo primero que exigen es la salida del técnico, pese a que el partido ante el Atlético encendió una esperanza de resurrección.

La experiencia también le dice a Chivas que los golpes de timón realizados con base al estado de ánimo no son benéficos, y hay que ser más fríos. Cierto, se viene otro partido complicado ante Tigres, pero como dicen los que saben: el futbol otorga revanchas, y este domingo es una buena oportunidad.

@ofares72

JJ/I