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CCIJ y los González Uyeda

En mi entrega del ocho de mayo pasado titulada “Abraham González: incógnita”, escribí lo siguiente:

“El 29 de abril escribí el siguiente tuit: ‘Que luego del escándalo de #ATodaMaquina, que aún investiga la @ContraloriaJal, el coordinador del @CCIJalisco, @masayigonzalez, relevó a su representante en el Comité de Adquisiciones del @GobiernoJalisco y designó a su hermano @abrahamguyeda’. Y agregué:

“(…) Este tema, que aparentemente es menor, prácticamente ha pasado desapercibido públicamente, pero no en los corrillos políticos y de la iniciativa privada donde le han dado una interesante interpretación a este nombramiento. Particularmente en una parte del sector privado ha generado inquietud… y preocupación.

“Y es que la llegada de Abraham González Uyeda al Comité de Adquisiciones del gobierno del estado envía diversas lecturas que para algunos políticos y empresarios no han pasado desapercibidas, pues de entrada rompe de manera drástica con el perfil que tradicionalmente tienen los representantes de las cúpulas empresariales en estos comités, ya sea estatales o municipales, aunque muchas veces se ignora el papel real que juegan en ellos, pues terminan por validar adquisiciones o licitaciones cuestionables o descalificadas.

“¿Será por esto último que Masayi González Uyeda designó a su hermano Abraham como representante del Consejo de Cámaras Industriales ante el Comité de Adquisiciones del gobierno de Enrique Alfaro, tras el escándalo de la licitación de maquinaria por 3 mil 600 millones de pesos que se le adjudicó a Guillermo Romo…?”.

Casi dos meses después de aquella columna, ahora hay quienes dicen que “ya salió el peine” y aseguran que la llegada de Abraham González al Comité de Adquisiciones tuvo que ver con una estrategia de él y su hermano Rubén Masayi en el conflicto familiar que explotó días atrás con la mayoría de sus hermanos y hermanas en la lucha por la empresa Lechera Guadalajara, y que con dicha designación buscarían tener de su lado a la autoridad estatal a cambio de presuntamente avalar aquellas licitaciones que le convienen al grupo en el poder.

No son pocas las empresas preocupadas porque en esta alianza de los hermanos Abraham y Rubén González Uyeda con el gobierno del Estado pudieran verse afectadas en procesos de licitación o en algunos otros temas en los que se requiere de la actuación imparcial de las autoridades, pero que por intereses particulares pudieran verse manipuladas con la complicidad de los hermanos empresarios.

Se preguntan también cuál será la prioridad de Rubén Masayi González: ¿Atender nada menos que los 18 juicios que tiene abiertos en juzgados familiares, mercantiles, administrativos y hasta penales? ¿Defender los intereses y la agenda de sus representados, los industriales agrupados en el Consejo de Cámaras? ¿Atender como órgano del sector privado la lucha anticorrupción de un gobierno cuya actuación en este terreno ha sido puesto en duda tras el escándalo de la licitación A Toda Máquina donde el Consejo de Cámaras Industriales votó a favor, no obstante las irregularidades evidenciadas y la promesa incumplida del propio Masayi González de que se investigaría, pero que terminó por guardar cómplice silencio avalando las irregularidades?

¿Puede confiar la sociedad jalisciense en que el representante del sector industrial en el Comité de Adquisiciones del gobierno del Estado salvaguardará sus intereses y no se prestará a favorecer los del grupo gobernante, cuando enfrenta un conflicto familiar en el que las instancias públicas deben de intervenir? ¿No existe un conflicto de interés de los hermanos Rubén y Abraham González? ¿Podrá el CCIJ ser una voz crítica o por intereses particulares no se atreverá a alzar la voz y será simplemente comparsa como hasta ahora? Al tiempo.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I