INICIO > OPINION
A-  | A  | A+

Seguridad: el estado en rojo

El problema de la aguda inseguridad pública que azota al estado y de la que han sido víctimas más de dos decenas de servidores públicos, prácticamente todos del área de seguridad, es simplemente resultado de un fallido proyecto en la materia en la que ni siquiera la implementación de la Policía metropolitana –en gobiernos mayoritariamente emecistas- pudo salir con éxito ante la oposición de la alcaldesa de Tlaquepaque, María Elena Limón García, a firmar el convenio respectivo en medio de versiones encontradas sobre las razones de su negativa.

La creación de una coordinación de seguridad púbica por encima de la Fiscalía General y la Secretaría de Seguridad, con un médico ginecólogo al frente, cuyos detractores cuestionan su poca experiencia en el área de seguridad pública, tampoco ha demostrado que fue un acierto, además de que es un secreto a voces –cada vez más evidenciado en público-, que su relación con el fiscal general no es la mejor para el trabajo de coordinación que se requiere y exige el combate con éxito a la delincuencia organizada y no organizada, sin contar que el mando en la Secretaría de Seguridad Pública es prácticamente inexistente ante la negativa de su titular de aparecer en los medios de comunicación.

Una fuente cercana a las reuniones semanales de la mesa de seguridad que encabeza el gobernador Enrique Alfaro Ramírez en Casa Jalisco asegura que es muy recurrente en el discurso del mandatario, ante cada hecho delictivo que coloca a Jalisco en el escenario nacional de la inseguridad pública, decir “ya hablé” o “voy a hablar” con el secretario federal de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, pero en los hechos ese presunto diálogo con la Federación en demanda de auxilio no se concreta.

Las cifras que ayer reveló el Grupo Reforma en el comparativo de diversos delitos en los tres últimos gobiernos –Emilio González, Aristóteles Sandoval y Alfaro Ramírez- es alarmante a la vista de los ciudadanos que depositaron su confianza en quien ofreció en campaña un nuevo modelo para el combate contra la delincuencia donde todos y cada uno de nosotros podríamos sentirnos seguros en lo personal y en nuestras propiedades. Nada de eso sucede.

Ni el estado ni los ayuntamientos metropolitanos dan pie con bola, dice la jerga popular, y ahí está que automovilistas y peatones tenemos que transitar cautelosos y hasta con miedo ante cualquier desconocido que se nos acerca, ya sea peatón o quien se mueve en motocicleta o bicicleta, ante la amenaza de que en un abrir y cerrar de ojos no sólo nos roben nuestras pertenencias sino hasta la vida misma, riesgo del que no están exentos quienes se trasladan en el transporte público. Y ya ni qué decir de quienes deambulan por las plazas comerciales o degustan sus alimentos en un restaurante.

En siete de 10 delitos registrados en los primeros siete meses de gobierno, los índices se han incrementado en mucho en este gobierno de Alfaro comparado con el de González Márquez y Sandoval Díaz, según datos de la Fiscalía Estatal y del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, revelados por Grupo Reforma.

Algunos de estos delitos son: homicidios, con Emilio 225, con Aristóteles 648 y con Enrique mil 267; robo a negocios: mil 709 con el panista, 2 mil 670 con el priista y 9 mil 445 con el emecista; robo de vehículos: 3 mil 533 con González, 6 mil 402 con Sandoval y 10 mil 640 con Alfaro; robo a personas: mil 542 con Emilio, 6 mil 410 con Aristóteles y 8 mil 996 con Enrique Alfaro. Sólo en robos a carga y a bancos, secuestros y violación, el actual gobierno registra menores índices que sus dos antecesores inmediatos.

Enrique Alfaro inicia su noveno mes en el gobierno con un estado pintado de rojo. La duda es: ¿cómo cerrará 2019? Al tiempo.

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

[email protected]

JJ/I