El barrio de Analco se pinta de Fandango

La segunda jornada del Festival Nacional de Mariachi Tradicional (FNMT), en su edición 18, organizado año con año por la Secretaría de Cultura, cerró ayer por la tarde con un fandango que trajo sonrisas y canciones a los vecinos del barrio de Analco durante la media tarde, en una tarima con un una carpa donde los mariacheros de tres diferentes grupos de mariachi le dieron sabor a la tarde con el fandango barrial.

Como parte del programa del festival de este año que busca resguardar las raíces musicales de esta zona del país, varias actividades buscan festejar las agrupaciones que aún conservan las alineaciones del mariachi tradicional y lo pasan de generación en generación.

Desde temprano, cuando el Sol todavía hervía sobre el concreto, los vecinos se reunieron alrededor del Patio de los Ángeles, a un costado del templo, y los más grandes comenzaron a entonar canciones para prender el ambiente que luego amenizaron los grupos Los Choznos de Cocula y el Mariachi Son y Fandango de Tlaquepaque, ambos especializados en sones y fandangos. 

La caminata de los transeúntes que pasaban y se quedaban, chicos y grandes se interrumpió unas horas con ritmos que agradaron a chicos y grandes. No tocaron sólo las canciones clásicas de mariachis y tampoco están conformados por trompetas o vientos en general, puras cuerdas y puras canciones que recuerdan al campo mexicano, especialmente al del occidente. De Jalisco. 

Enfrente del escenario, como se usaba antes en los fandangos, había una duela pequeña para el que quisiera pasar a zapatear los sones y unos pocos valientes se animaron durante las dos horas. Hasta cumplieron peticiones y los vecinos cantaron a viva voz algunos acordes. 

JJ/I