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Estudiantes sufren estrés y depresión

Muestra. La consulta se aplicó a 34 mil 840 jóvenes de un total de 271 mil 439 estudiantes de la Universidad de Guadalajara. (foto: Grisel Pajarito)

El agobio, el estrés y la depresión se han convertido en los problemas mentales más recurrentes en los estudiantes que cursan el bachillerato y las carreras universitarias, de acuerdo con el reporte de la consulta ¿Cómo somos, cómo estamos?, que presentó la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

La consulta, que se aplicó este año a 34 mil 840 jóvenes de un total de 271 mil 439 estudiantes, arroja que la mayoría de los alumnos encuestados dice sentirse agobiado y tenso o sufrir pánico sin motivo alguno, así como frecuentes episodios de falta de sueño.

En el nivel superior, la encuesta aplicada a un total de 9 mil 638 alumnos de los seis centros temáticos y nueve regionales de la máxima casa de estudios, evidencia que 37 por ciento de los alumnos consultados ha presentado episodios de agobio y tensión con una frecuencia mayor a lo habitual, en tanto que 33 por ciento ha sufrido pánico sin motivo y 30 por ciento dijo haber padecido falta de sueño con recurrencias más allá de lo habitual.

Además, en factores derivados de la depresión, 51 por ciento de los entrevistados dijo sentir que las cosas no van bien, que encuentran una falta de utilidad en la vida y no disfrutan de sus actividades.

En tanto, en el Sistema de Educación Media Superior (SEMS), 29 por ciento dijo sentirse agobiado en bastantes más ocasiones de las habituales, 28 por ciento sufre episodios de pánico sin motivo y 26 por ciento siente que todo se le viene encima.

Además, para 51 por ciento de los estudiantes de preparatoria encuestados las cosas en su vida no van bien, uno de cada dos no se siente útil y 48 por ciento tampoco disfruta de sus actividades con una frecuencia bastante más de lo habitual.

En el nivel bachillerato la encuesta se aplicó a 25 mil 201 estudiantes de las 26 preparatorias del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) y los 41 planteles regionales.

Para Francisco José Gutiérrez, jefe del Departamento de Psicología Básica en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), el incremento en los últimos años de los problemas mentales entre los jóvenes universitarios es alarmante.

Sin tiempo libre

El especialista señaló que los casos de agobio y estrés son resultado de la carencia de tiempo libre en los estudiantes ante la carga matricular presencial que deben de cumplir.

“Esto afecta a los jóvenes porque están viviendo una etapa de estresores múltiples. La mayoría de las currículas de nivel medio superior y superior tienen un excesivo número de horas presenciales, donde el alumno tiene además que realizar una gran cantidad de actividades y que finalmente derivan en el periodo de exámenes, fechas en las que los niveles de estrés aumentan; se padece de falta de sueño y de alimentación, se sufre con las habilidades de relación y no hay manejo adecuado de tiempo libre; esto los mantiene irritables”, explicó Francisco José Gutiérrez.

Otro factor es la falta de relación social, situación que al complicarse, también genera estrés.

“Tienen que trabajar en mayores actividades socioemocionales, en cómo manejar los procesos de acuerdos y la tolerancia, entre  otros. Además, también podemos ver cómo desde generaciones anteriores a los millennials se carece de un plan de vida, se vive el aquí y el ahora. Todo esto, sumado a la pérdida del soporte de la frustración y unión familiar, se convierte en una tremenda crisis emocional”, agregó el experto.

Alumnos consultados por El Diario NTR Guadalajara reconocieron que la cantidad de actividades en la universidad les consume la mayor parte de su tiempo, incluso los fines de semana y las vacaciones de verano.

Tal es el caso de Marlen Solórzano, pasante de la Licenciatura en Enfermería en el CUCS, quien contó su día a día como estudiante.

“El problema en Enfermería es que tenemos que hacer labor de campo a diario, más las horas clase que, conforme pasan los semestres, son menos. Por ejemplo, yo hacía labor de campo de 7 a 13 horas y de ahí me iba corriendo a la escuela; lo más tarde que salía era como a las 7 de la noche. Los sábados también tenía que ir a la escuela, así como los veranos, pues aprovechaba para avanzar. Casi no salgo a pasear porque cuando tengo tiempo libre lo uso para cosas de la casa o arreglar los pendientes; si lo hago será una vez cada quince días. Realmente la escuela no lo permite, y menos conseguir algún trabajo”, comentó Marlen.

A pesar de que ya término la currícula de materias, Marlen aún debe de completar un año de servicio social, actividad que también le tomará una gran parte de su tiempo.

Docentes como pieza clave

Francisco José Gutiérrez reconoció que el perfil de los docentes es una pieza fundamental para reducir estos factores que llevan a problemas mentales, pues se necesita que cambien de actitud ante los estudiantes.

“Muchos se quedan con este antiguo chip en el que ellos son los que saben y el estudiante no contribuye al conocimiento. Podría decir que más de la mitad de nuestros profesores están próximos a jubilarse y comienzan a tener un deterioro cognitivo al que los estudiantes deben de adecuarse y que no va con su manera de ver la vida”.

Para esto, recordó que algunos de los proyectos que ha llevado la UdeG, se preocupan por la formación de los docentes, la implementación de perfiles psicológicos en los centros universitarios y la forma en la que estos se les presentan a los alumnos pues aún hay quienes se rehúsan a tratarlo.

Por una política pública

¿Cómo somos,  cómo estamos?, es una consulta creada con base a las demandas de los mismos estudiantes de la Universidad de Guadalajara (UdeG), informó Jesús Medina Varela, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), quien busca visibilizar problemas como es estrés escolar o la depresión estudiantil.

“Tocamos este tema a partir de que pensamos que había un problema; es decir, partimos de una mera especulación. Había chavos que nos pedían ayuda para tener una cita con el psicólogo y además, teníamos conocimiento de que en el CUCBA (Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias) y el CUCEA (Centro Universitario de Ciencias Económico-Administrativas) hay psicólogos”, dijo Medina Varela.

No obstante, los jóvenes se tienen que esperar hasta mes y medio para concretar su cita por la cantidad de gente que solicita el servicio. 

“Esto nos llamó la atención. Además, también tuvimos suicidios de chavitos; el año pasado una joven del Politécnico y otro de Medicina se ahorcaron.  Dentro de los planteles hubo un suicidio, afuera hubo tres”, mencionó.

En cuanto a la encuesta, Medina Varela señaló que las preguntas fueron construidas junto con psicólogos de la institución.

“Ya se levantó la encuesta, ahora hay que interpretar los datos y eso le toca a los especialistas. Hace poco me reuní con el rector del CUCS y le pedí ayuda. Quiero que esto termine como una política pública, que los medios y la gente la conozca, así como Sendero Seguro; ese es mi plan antes de dejar la presidencia”, puntualizó.

Daniela Rodriguez

“Esto afecta a los jóvenes porque están viviendo una etapa de estresores múltiples. La mayoría de las currículas de nivel medio superior y superior tienen un excesivo número de horas presenciales, donde el alumno tiene además que realizar una gran cantidad de actividades y que finalmente derivan en el periodo de exámenes, fechas en las que los niveles de estrés aumentan; se padece de falta de sueño y de alimentación, se sufre con las habilidades de relación y no hay manejo adecuado de tiempo libre; esto los mantiene irritables”

Francisco José Gutiérrez, jefe del Departamento de Psicología Básica en el CUCS.

“El problema en Enfermería es que tenemos que hacer labor de campo a diario, más las horas clase que, conforme pasan los semestres, son menos. Por ejemplo, yo hacía labor de campo de 7 a 13 horas y de ahí me iba corriendo a la escuela; lo más tarde que salía era como a las 7 de la noche. Los sábados también tenía que ir a la escuela, así como los veranos, pues aprovechaba para avanzar”

Marlen Solórzano, pasante de la Licenciatura en Enfermería en el CUCS.

“Ya se levantó la encuesta, ahora hay que interpretar los datos y eso le toca a los especialistas. Hace poco me reuní con el rector del CUCS y le pedí ayuda. Quiero que esto termine como una política pública, que los medios y la gente la conozca”

Jesús Medina Varela, presidente de la FEU.

DA/I