Informe

López Obrador no durará más de seis años en gobierno (de hecho, serán cinco años nueve meses), pero no suena extraño que rinda más de 50 informes de gobierno: los de los aniversarios de la elección, de la asunción de la presidencia, del 1 de septiembre y, si lo desea, por cada 100 días de mandato. Por una parte, esta exposición podría llevar a la banalización de los informes, pero por la otra, también a una revisión casi continua de la labor gubernamental, lo que no sería nocivo en términos del debate nacional.

Sin embargo, el 1 de septiembre tiene un carácter que lo diferencia: el texto escrito, los anexos estadísticos, la glosa del informe, las comparecencias de los secretarios y la normatividad legal al respecto. Finalmente, ésta es fecha para establecer balances.

En términos económicos, no veo que lo presentado marque a la economía como el gran déficit de la gestión presidencial. Recordemos que etimológicamente la economía es la administración de la casa, lo que en términos nacionales implica preguntarnos sobre el buen uso de nuestros recursos. Según Platón, la economía “es el arte que nos libra de la pobreza”, en la economía clásica se le veía como el estudio de los procesos de producción, distribución, cambio y consumo. En tanto, la definición predominante en la actualidad se remite a la administración de los recursos escasos. ¿La administración actual está administrando bien “la casa”, enfrentando la pobreza, atendiendo los procesos económicos y cuidando los recursos escasos? Veamos:

Durante toda la historia económica se han planteado dos tipos de preguntas básicas: las relativas a qué genera la riqueza, quién, cómo y para quién la genera, así como las relativas a la distribución de la riqueza generada… ¿cuánto le toca a cada quien y por qué?

En las políticas que han predominado en México durante los últimos 36 años parecería que el interés fundamental estaba en para quién producir (el mercado global) y en cómo allegarnos recursos (básicamente dólares).

El discurso de ayer de López Obrador se basó en lo que denomina la separación del poder económico del poder político. ¿Realmente vivimos esa separación?... ¿Usted, qué opina?

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JJ/I