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Sonidos duros para el alma

Free

 

Iggy Pop

Iggy Pop parece haber construido el inicio de un epílogo de su vida y su carrera. Desde la portada plantea la idea poética de desvanecerse. No es un testamento, sino una reflexión coherente a su actual etapa de vida, envuelta en sonidos contemplativos, introspectivos y notas de jazz. Su esencia punk está ahí (Loves missing), hay coqueteo con el spaghetti western (Dirty Sanchez) y acude al spoken word para plantear una evaluación del mundo (We are the people) que conmueve. ¿Qué haremos sin Iggy Pop? #NoTeVayas

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Psalmos

José Madero

Hay un telón de fondo que articula los temas del disco azul de José Madero: los procesos de autodestrucción generados por la culpa desde la herencia religiosa evidenciada de forma literal en Padre nuestro y O discordia, donde canta desde el resentimiento. Madero cuestiona la utilidad de la fe (Sin Amperssand) y encontró orden y estructuras distintas con la aportación de Flip Tamez, que le ayudó a valorar espacios de silencio y lo llevó al pop rock british. Es su mejor disco al momento. #DramaKing

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Infest the rats’ nest

King Gizzard & The Lizard Wizard

La banda australiana se mueve en la orilla del precipicio en este disco. Arranca con riffs de guitarra y un fraseo que recuerda a Metallica de Kill’em all en Planet B, aunque en todo el disco permanece el fantasma de Mötorhead, que se aprecia en la vertiginosa Organ farmer. Hay guiño a Black Sabbath en Superbug y hay un baño de frescura en los salvajes solos de guitarra en Self-Inmolate. King Gizzard ya demostró que puede tocar metal huracanado, psicodelia, hacer pirotecnia, pero su personalidad se desvanece disco a disco. No todo es tocar bien. #YlaPersonalidadApá

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We get bye

Mavis Staples

Qué bueno que existen cantantes como Mavis Staples. Se requiere esa intensidad y esa manera de abordar el soul, el gospel y el blues, sin apegarse a normas y sin repetir patrones (más si se toma en cuenta que tiene más de 80 años). La guitarra blusera y los coros góspel de Change arrojan al escucha a un rincón oscuro pero gratificante, porque el funk Brothers and sisters no es una celebración, sino un llamado a la hermandad, es tan seria como Sometime, que habla de cambiar y ceder con un ritmo bailable y tan consciente como Stronger, que habla de profesar amor. Hay una vitalidad envidiable, oficio, sensatez, honestidad, de eso que queda poco. #Grande

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Laberinto

Bengala

Lo siento, esperaba más. Aguardar siete años por música de Bengala, una eternidad en tiempo Internet, generó una expectativa mayúscula, que no fue cubierta. Hay detalles de producción que denotan cuidado en los temas, los arreglos de guitarra en Horizontes y efectos en la voz, la melodía de Déjala ir es contagiosa, la presencia del piano en Enloquecer y sus estructura, pero no hay sorpresa, tampoco variaciones importantes. Al filo de la navaja fue conservar su estilo, su huella sonora, bueno por conservar identidad, malo porque ya es algo conocido. La voz de Diego Suárez es en vínculo emocional con el escucha. No es mal trabajo, pero algo falta. #VenConMásGala

CALIFICACIÓN: BAJO TU RIESGO

@tuamigoFranco

da/i