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¡Felices 100 doctor Bunge!

Hemos visto que una filosofía errónea puede impedir una comprensión correcta de la teoría física y el experimento. Puede incluso retrasar el progreso en la investigación proscribiendo programas enteros de investigación incompatibles con esa filosofía o fomentando programas superficiales e incluso estériles. 

Mario Bunge, Filosofía de la Física, Ariel, Barcelona 1982, p. 25   

 

Creo que mi primer contacto formal y consciente con la obra de quien nació el 21 de septiembre de 1919 en Buenos Aires y recibió el nombre de Mario Augusto Bunge Müser fue en la Escuela Preparatoria de Jalisco, cuando nuestro profesor de Sociología Ramón Humberto Ruvalcaba Santana, no obstante su formación de economista, nos presentaba de manera amplia las curiosidades de la ciencias sociales y de la ciencia misma, nos recomendó el ubicuo título de La ciencia, su método y su filosofía, que quien esto escribe descubrió en los surtidos y variados libreros de la biblioteca del abuelo materno, el señor profesor José Martínez López. 

De ahí habría de reencontrar la obra del longevo y prolífico físico argentino, ciudadano canadiense e influyente filósofo y epistemólogo durante mis estudios de la Licenciatura en Física, pues nuestro plan de estudios contemplaba dos cursos obligatorios de Historia y Filosofía de la Física, con ello en mente durante un viaje estudiantil al entonces DF, al visitar una de las famosas librerías de Miguel Ángel de Quevedo encontré entre los ejemplares ofertados la Filosofía de la Física que no dudé en adquirir, y cuya cita ahora parece profética para la ciencia en México. 

Ya como académico en la UdeG, en el transcurso de una reunión informal en casa de uno de los organizadores del Taller Bienal de Historia de la Astronomía de la University of Notre Dame, en la que los asistentes departíamos bien surtidos de elaborado ambigú y diversidad de bebidas alcohólicas y sin alcohol, casi todos engafetados, una profesora de provecta edad de la University of Chicago, Sara González, me dice –al observar mi gafete– en español austral “es usted latino”, a lo que siguió una animada charla donde en algún momento surgió el nombre de Bunge, entonces la recordada doctora González dijo: “¿Sabía usted que Bunge se casó con la amiga de uno de sus hijos?”. 

@durrutydealba 

da/i