Los costos del delito

Esta semana el Inegi y México Evalúa ofrecieron información y análisis de los principales delitos que se cometen en México, su costo al país y a las familias de quienes los han padecido. Puntualmente El Diario NTR difundió la información de sendos informes y los complementó con información del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.

La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre la Seguridad Pública (Envipe) revela que 33.9 por ciento de los hogares en el país, han sido víctimas de algún delito. En Jalisco suman 37.5 por ciento los hogares que han sido vulnerados. La percepción de inseguridad de los jaliscienses alcanza 77.7, el año pasado 73.6 y hace dos años 65.7 por ciento. (El Diario NTR 25/09/2019). Es claro que nuestra percepción ha empeorado y obviamente esa percepción limita nuestras libertades, nuestra actuación. Si nos sentimos inseguros, actuamos bajo la presión del miedo, limitamos nuestra inversión, nuestros proyectos con socios, amigos, vecinos y eso va minando la cohesión que podemos tener como sociedad.

Por desgracia no se trata sólo de una percepción, de psicosis colectiva. Más allá de la amenaza, en Jalisco se registraron 6 mil 183 muertes entre septiembre de 2018 y agosto de 2019, que en conjunto suman un incremento de 7.2 por ciento respecto del año anterior. De 24 causas de muerte establecidas por el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, la incidencia se concentra en 1,841 (29 por ciento) muertes por arma de fuego, 289 (4.7 por ciento) por golpes y 248 (4 por ciento) provocadas por armas punzocortantes; estas tres, en conjunto suman el 38.4 del total.

Cometer delitos cuesta a la sociedad y a las personas que los sufren. En conjunto los delitos cometidos en el periodo de estudio costaron 286 mil millones de pesos, equivalente al 1.5 del PIB nacional. A Jalisco correspondieron 20 mil 89 millones 900 mil pesos. De acuerdo con el estudio de México Evalúa se gastaron 7 mil 400 pesos por cada víctima, De ese costo, 61 por ciento corresponde directamente al delito cometido, 36 por ciento se erogó en las medidas de protección y 3 por ciento en la reparación del daño.

Los costos más allá del dinero tienen que ver con la sensación de miedo, inseguridad y violencia, de auto restricciones para hacer una vida normal, socializar y limitar nuestros derechos, para reunirnos, divertirnos o ejercer la libertad de expresión.

Entre los ciudadanos hay poco interés en denunciar. El 88.7 de los delitos no se denuncian y con razón, ya que de los delitos denunciados en 18.8 por ciento ni siquiera se abrió carpeta de investigación. Sin duda esto debe poner a trabajar más en serio al poder judicial, de manera que la eficacia de su trabajo y resultados contribuya a generar incentivos para la denuncia.

Mejorar la atención efectiva ante la comisión de delitos más frecuentes, reforzar las estrategias para la prevención de conductas delictivas y reducir sus costos económicos y sobre todo en vidas humanas, especialmente en los lugares, colonias o establecimientos en los que la incidencia suele incrementarse. Podemos suponer que las diversas corporaciones policiacas y los responsables de la seguridad tienen información bien analizada, lo que se llama “inteligencia policial”, pues ya es hora que se use, que sea la base de las estrategias de combate a la delincuencia y que la aprovechen otras instituciones para reforzar su trabajo. Para qué sirve esa información, pues aprovéchela.

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JJ/I