Sábado y domingo

1. Trabajar para ganar monedas. Trabajar para aprender. Trabajar para no ser trabajador. Trabajar para ser otro. Trabajar en restaurante para ser comensal.

2. Teotihuacán, Ciudad Universitaria, Real de Catorce, Tlatelolco… ¿Qué pasos pueden buscar allí aquellos estudiantes sino los mismos que están dando y quieren alcanzar?

3. Redacción, guion radiofónico, etimologías grecolatinas, fotografía, diseño editorial, análisis de mensajes, periodismo… Eran algunas de las materias del Adiestramiento en Auxiliar en Comunicación de las Áreas, como llamaban genéricamente al complemento del bachillerato de la UdeG quienes estudiaban a finales de los años 80 del siglo 20.

4. Hay una ciudad llamada Sayula, noble y leal, a la que quieren absurdamente rebautizar con un epíteto redundante y de hueca grandeza. Quieren llamarla Ciudad Sayula.

5. Hervidero de afectos y de ideas… dieciséis, diecisiete, dieciocho, tan ambivalentes como decisivos años en las vocaciones y en las amistades, voluntades germinantes que luego enraízan y dan frutos al mismo tiempo que los olivos.

6. Y luego trabajar en variados oficios, y sellar alianzas, y crear sitios de encuentro, y luego responder por tratos desleales.

7. El ímpetu puesto en la portería del rival y todos los tiros de pierna hacen mella en el alambrado y no en rectángulo áureo que produce alaridos.

8. Una receta cuyo nombre no recuerdo apila en capas dos rebanadas de pan duro en un plato para gratinar, luego una de jamón de cerdo asado por ambos lados y la mitad de un mango en almíbar. Todo se cubre con quesos rallados emmental y Chihuahua. Se vierte un chorro de tequila y se espolvorea con paprika. Se pone a gratinar. Saca del horno aquello y contempla todo lo que puedas.

9. Como parte de la Provincia de Ávalos, los indígenas de Chapala, Ajijic y Jocotepec tributaban a la Corona española muchas fanegas de maíz, decenas de gallinas de Castilla y hasta debían cultivar algodón para pagar tributo, cada año del siglo 16.

10. En el siglo 20 en Ajijic hay un restaurante alemán que hace un apfelstrudel sin uvas pasas ni canela: sin barroco.

11. Confundo las líneas por el cansancio, pero debo seguir corrigiendo en pantalla. Me mueve la certeza de que en este año aún no habrá una máquina capaz de sustituir mis ojos ni algo de mi intuición.

@LibracoFP

JJ/I