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Jalisco: mosquitos, no balas

Mientras que en Michoacán, Guerrero y Guanajuato las muertes son causadas por armas de fuego en poder de los integrantes del crimen organizado, y en Sinaloa son balas de la delincuencia las que provocan también más muertes, en Jalisco la gente sigue muriendo… por el piquete de un mosquito.

Es cierto, aquí también el crimen organizado lleva a cabo homicidios, pero a diferencia de lo que ha sucedido en los estados arriba mencionados, aquí los muertos aparecen embolsados o encobijados, en fosas o en terrenos y baldíos planos de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

De dos personas fallecidas a causa del dengue registradas hasta la semana epidemiológica número 38, dos semanas después el número de muertos ascendió a 13 personas y al cierre de la semana número 41 el total de fallecimientos alcanzaban los 20, o sea, siete personas más, lo que coloca a Jalisco en el primer lugar en este rubro y del que se desplaza al estado de Veracruz, que se había mantenido hasta esta semana en esa posición, pero hoy se coloca en el tercer lugar después de nuestro estado y Chiapas.

Pero no sólo le arrebatamos a los veracruzanos la supremacía en el número de muertos por dengue a nivel nacional, sino también en el número de casos probables, al llegar a 46 mil 698, sin perder la primera posición en el número de casos graves y mantenernos en la segunda en cuando a la tasa de incidencia.

Además de que estos números ponen en evidencia nuevamente a las autoridades del sector salud, la realidad vuelve a golpear el optimismo del titular de la secretaría del ramo, Fernando Petersen Aranguren, quien festinaba la semana pasada que los casos de dengue iban a la baja con sólo 650, pero oficialmente las cifras de la Secretaría de Salud federal se registraron 730 más para un total de 6 mil 434 personas afectadas contra las 5 mil 704 de la semana epidemiológica número 41.

Hay que tener en cuenta también que se mantienen en estudio 58 muertes más para saber y confirmar si fueron a causa del dengue o por otro motivo.

¿Y qué hace el gobierno ante un escenario de muerte que deja en Jalisco el dengue? Por un lado, el secretario Petersen Aranguren guardar silencio ante los hechos contundentes de que no han estado a la altura del problema que por negligencia dejaron crecer al no actuar debidamente a tiempo y dejando que el conflicto les estallara en las manos, no sabemos si por inexperiencia o porque, como al parecer ha sido la tendencia, intencionalmente dejaron correr el tiempo para evadir una licitación y recurrir al deporte favorito de este gobierno: la adjudicación directa.

Pero, por el otro, el gobernador Enrique Alfaro arremetiendo en contra de aquellos que cuestionaron su argumento de que los casos de dengue en Jalisco son causados por el cambio climático, al calificarlos de “esos genios que critican”.

Ante esta triste realidad, ¿las autoridades siguen convencidas de que están actuando correctamente? ¿Se resignan a que como no actuaron a tiempo, llegue lo que tenga que llegar, ya sean más casos confirmados de dengue, de casos de dengue grave, y hasta de fallecimientos, pues finalmente ya nada más se puede hacer? ¿A nadie se le responsabilizará de esta negligencia? ¿Qué compromisos existen para mantenerse en la postura aquella de “aquí no pasa nada y cuando pasa… no pasa nada”?

¿Qué resultados arrojará la próxima semana? ¿Cuántas muertes más por dengue? ¿Nadie será responsable de esos fallecimientos? ¿Fueron los propios muertos los culpables por haberse atravesado a esos mortales mosquitos? Las muertes que ha provocado el crimen organizado pueden ser explicadas de alguna manera, aunque la incapacidad e ineficiencia de las autoridades en materia de seguridad tienen su responsabilidad, pero que estemos hablando de 20 fallecimientos por el piquete de un mosquito…

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.