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Clase política no quiere que funcione Sistema Anticorrupción, acusan

(Foto: Especial)

La clase política no tiene interés en que funcionen los Sistemas Anticorrupción porque le incomoda que exista un órgano encargado de destapar los actos corruptos, consideró el nuevo integrante del Comité de Participación Social, David Gómez Álvarez.

En entrevista con Informativo NTR el recién nombrado integrante del organismo lamentó que por la misma cerrazón de la clase política se debe trabajar para fortalecer los sistemas anticorrupción.

“Hay que decirlo con claridad. En la clase política no hay un interés genuino porque funcionen estos sistemas porque va en contra de sus intereses, muchos políticos corruptos les incomoda, y por eso mismo hay que luchar porque tengamos recursos, formación, marco normativo, condiciones apropiadas para trabajar. Si no actuamos pronto la corrupción se volverá un problema endémico tan arraigado que corromperá todas las instituciones”, dijo.

Para fortalecer el Sistema Anticorrupción se debe formar una coalición ciudadana y se debe lograr que las instituciones encargadas de combatir el problema trabajen en una misma meta, acotó.

“Bueno yo ayer en mi comparecencia planteaba que se debe consistir una coalición ciudadana más que con diversos actores que tengan tiempo para disponer a la agenda, y armas un frente de apoyo más amplio, porque con un CPS con cinco personas y un grupo de instituciones con otras preocupaciones, es difícil empujar una agenda que va por naturaleza a contracorriente, siempre opone resistencia, hay obstáculos en el camino”, explicó.

Gómez Álvarez rechazó que la corrupción esté dentro del ADN de los mexicanos, acotando que son las instituciones que premian los actos inmorales las que fomentan la cultura de obtener beneficios de manera ilícita.

“Sí, yo creo que tanto el presidente López Obrador como Peña Nieto se equivocan cuando dicen que la corrupción está en el ADN o es algo intrínseco en los humanos, ningún humano nace corrupto o incorrupto, se hacen corruptos con las instituciones. Un mexicano en Suecia no va a ser corrupto en Suecia, en ese sentido creo que lo quieren decir los presidentes es que hay una dimensión cultural en torno a la corrupción que la tolera y premia cuando en realidad debería haber valores, principios y una ética que debería condenarla en todas sus manifestaciones”, cerró.

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