Quinto Patio 

Pues resulta que el argumento es que siempre están trabajando mejor y, por eso, hay más delitos. Es una lógica, diríamos, un poco retorcida, la que aplican funcionarios de procuración de justicia en materia de feminicidios. Dicen (bueno, dice Macedonio Tamez) que quienes antes investigaban no aplicaban el protocolo adecuadamente y por eso había menos feminicidios. 

La cosa es que la cifra fue bajando de 2015 a 2017 y fue entonces cuando empezó a incrementarse nuevamente hasta llegar ahora a niveles altos. Que, de todas maneras, cualquier cantidad de feminicidios ya es alta. Sólo faltaba que aplicaran la otra cantaleta tan socorrida cuando aumentan los delitos, aquella bonita canción que dice que la gente tiene cada vez más confianza para denunciar y por eso se incrementa la cantidad de delitos. La confianza tanto se nota, que hasta escurre, casi casi nos cantan. 

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Crónica de oootrooo atraco colectivo: de repente, recordó la diputada local Mariana Fernández, llegaron dos sujetos a “asaltar y encañonar a todos los invitados que íbamos llegando”. Sí, es el relato de cómo la asaltaron a ella y a una treintena de personas en una terraza de la avenida Hidalgo, cerca de la avenida Luis Pérez Verdía, en Guadalajara. Se trataba de una fiesta sorpresa para una de sus primas. Además de la legisladora priísta, se encontraban familiares del gobernador Enrique Alfaro. 

Era después de las 9 de la noche. Los delincuentes despojaron de carteras, bolsos, celulares a los asistentes. “Es la segunda vez que veo pasar mi vida en cuestión de segundos porque sabes que te pueden matar”, escribió en redes sociales. “No puedo creer que estoy viviendo en una ciudad donde no hay seguridad en nada. Igual que a todos me robaron todo”. Añadió: “Siento lo mismo que todos ustedes… una gran impotencia y coraje por la ciudad en la que vivimos”. Y remató: “Todos merecemos tener paz. Espero que el alcalde de Guadalajara algún día se interese por la seguridad de los tapatíos”. El aludido, Ismael del Toro, aquí sí se involucró públicamente para señalar que darán “puntual” seguimiento al “lamentable hecho” que no precisó cuál era.  

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El que no vio y menos anticipó (y dice que ni existen) las letras chiquitas (¿le faltará lupa o aumento a los anteojos?), o lo chamaquearon, es el subsecretario Jesús Seade, jefe de quienes negocian a nombre del país el TMEC (tratado entre México, Estados Unidos y Canadá). En los documentos del susodicho pacto comercial que el presidente Donald Trump envió a la Cámara de Representantes añade (lupa, por favor) la designación de hasta cinco agregados laborales estadounidenses en México para que monitoreen la implementación de la reforma laboral en este vecino país del sur de Estados Unidos. 

Asevera Seade que la inclusión de los agregados laborales no formó parte de la negociación y que México no está de acuerdo con ello. Por ¿confiado?, ¿mal informado?, ¿no ponerse gotas de manzanilla para los ojos?, la cosa es que esas letras chiquitas que no reconoce se convirtieron en letras grandototas que, de aprobarlas los legisladores gringos, significan una mordida a la soberanía mexicana. Y otra presión para que el país doble más las manitas, como en aquel viejo chiste del presidente José López Portillo, cuando acudió a negociar la deuda con EU, pero que no se los contamos por pudor… jajajaja. 

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Jalisco cerrará el año con más fosas clandestinas. El más reciente descubrimiento en únicamente un solo lugar, en la colonia El Mirador, en Tlajomulco de Zúñiga, llegó a los restos de medio centenar de personas, y exhibió las masacres cometidas al amparo de las sombras, la impunidad y el terror. Pésimo cierre. 

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