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Alfaro, sin margen financiero

El primer año del gobernador Enrique Alfaro Ramírez se llenó de compromisos financieros, lo que dejará los cinco años restantes del sexenio con un margen mínimo de maniobra. A los recursos que se deben pagar por deuda hay que sumarle los contratos multianuales que ha firmado y que tiene que cubrir durante su mandato. 

El Presupuesto de Egresos de 2020 se fijó en más de 123 mil millones de pesos. Es una bolsa importante, pero la mayor parte de los recursos están ya definidos. De entrada, el Poder Ejecutivo sólo dispone de poco más de 85 mil millones de pesos, pues el resto, unos 38 mil millones (alrededor de 30 por ciento), debe entregarlo directamente a los otros poderes, a organismos autónomos, así como a fideicomisos. 

A esos más de 85 mil millones hay que descontarle los gastos fijos, que corresponden al gasto corriente, tanto para el pago de salarios y prestaciones como para el funcionamiento del gobierno. Ahí se va la mayor parte. 

A todo lo anterior podemos restar el pago de la deuda. En el presupuesto publicado en el periódico oficial El estado de Jalisco el 28 de diciembre, se establece que se destinarán durante 2020 un total de 2 mil 511 millones de pesos al pago de deuda pública, de los cuales mil 872 serán de pago de intereses y comisiones, 458.9 millones de pago a capital y 180 millones de pesos de adeudos de ejercicios anteriores.  

Esto quiere decir que de los recursos disponibles para el Poder Ejecutivo, este año el gobernador destinará casi 3 por ciento al pago de la deuda, porcentaje que pudo ser mayor, pero logró atenuar por la renegociación de 25 créditos con una ampliación del plazo de pago hasta 2039. 

El monto tendrá que ser mayor a partir del próximo año, pues en este ejercicio los pagos al crédito autorizado por 5 mil 250 millones de pesos son mínimos. 

A ese monto de pago se deben sumar los mil 243 millones de pesos de contratos multianuales. En estos aparecen arrendamientos como el de maquinaria pesada del programa A Toda Máquina, por el cual se pagarán 663.2 millones de pesos en 2020, pero en total 3 mil 634 millones de pesos a lo largo del sexenio. 

Los contratos de arrendamientos y pagos de seguros obligan a destinar otro 1.4 por ciento del presupuesto del Ejecutivo de este año. 

Otro compromiso asumido por el gobernador es el de mantenimiento de tramos carreteros. La actual administración firmó dos contratos con igual número de consorcios a los que pagarán 3 mil 419 millones en seis años. Para 2020, el pago a estas empresas es de 787.2 millones de pesos; esto representa casi 1 por ciento adicional de los recursos disponibles. 

En resumen, podríamos considerar que si el gobierno del estado fuera un ciudadano, utilizó diferentes tarjetas de crédito y al sumar los abonitos que tendrá que hacer, prácticamente compromete todos los recursos de los que dispone. 

Al defender estos compromisos, el gobernador ha sostenido que el programa A Toda Máquina permitirá atender al campo de Jalisco con toda la infraestructura que requiere, mientras que las carreteras, de las peores del país, serán rehabilitadas después de décadas de abandono. Es posible que tenga razón, pero no hay mucha claridad de cómo se atendería una emergencia y tampoco de dónde saldrían los recursos que el gobierno del estado tendría que aportar a otros proyectos que el mismo mandatario ha marcado como prioritarios, como el mismo saneamiento del río Santiago, la línea 4 de Tren Ligero o hasta la operación de la Línea 3. 

Por si fuera poco, el gobierno federal ha dejado claro que los recursos para las entidades no se reducirán, pero sí estarán etiquetados; es decir, habrá más restricciones para su uso. 

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