Déspota ilustrado, ‘reloaded’

El periodismo ha sido a través del tiempo el arma más poderosa contra el despotismo. A pesar de los constantes enfrentamientos verbales, la labor sigue y seguirá. 

Hoy nos lidera un gobernador que parece salido del siglo 18 europeo: un perfecto déspota ilustrado. Un personaje que viene con ideas de cambio, a la manera de López Obrador: “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. 

Enrique Alfaro ya operó cambios estructurales en el gobierno como la creación de coordinaciones temáticas, un constituyente, recambios en seguridad dejando buena parte de la responsabilidad a la Federación. En materia de salud, prefirió el camino conservador y logró que Jalisco fuera el único estado fuera del Insabi. 

Su discurso se presenta con una preocupante intolerancia al disenso. Su entorno político no logra influir un ápice en la forma en que opera sus decisiones. 

El 12 de febrero el gobernador se dio tiempo de publicar un video en el que tachaba a El Informador de generar “mentiras groseras con tal de vender periódicos” (porque) “decidimos no meterle un solo peso, porque tenemos otras prioridades distintas, y como venganza o ajuste de cuentas ahora decidieron emprender una guerra de mentiras contra el gobierno de Jalisco”. 

También afirma que con las notas publicadas sobre seguridad “piensan de que así me van a chantajear para contratarles publicidad”. Tales apelativos no son nuevos en él. NTR ha sido el medio que más constantemente ha recibido sus dardos. Recuerdo que también ya espetó contra Mural, Crónica y Notisistema, entre otros. 

Eso es normal. Los déspotas ilustrados han reaccionado así a través de la historia. Intentan fundamentar sus arranques contra la prensa hablando “de frente”. Ahora usando los medios digitales. 

¿Continuará fomentando la confrontación? Sabemos que parte de su talento está en la gestión de redes sociales. Efectivamente, pretende abandonar los medios tradicionales que todavía podemos invertir tiempo en investigaciones que revelan irregularidades o que opinen de manera opuesta a él. 

En 2019 poco más de un tercio del presupuesto de comunicación fue dirigido a tres empresas vinculadas desde siempre con Alfaro (y MC). EU Zen, La Covacha e IndatCom recibieron la friolera de poco más de 46 millones de pesos para crear contenido, campañas y desarrollar su comunicación digital. Esto significa 34 por ciento del presupuesto dedicado a la difusión por parte del todo el gobierno estatal (de 134 millones pesos). 

Esto viene a cuento porque vox populi vincula a estas tres empresas con el desarrollo de bots que tienen dos objetivos: alabar los mensajes de Alfaro y denostar a sus rivales con campañas absurdas. 

Para muestra un botón. El viernes pasado un mensaje en las redes sociales de Informador.com.mx describía rutas alternas al cierre vial generado en la Glorieta de los Niños Héroes por un evento autorizado por el gobierno municipal de Guadalajara. Una nota de servicio habitual en la labor de medios de comunicación que no perseguía revelar algo o criticar a Alfaro. 

Un perfil llamado @SaraiMedinaGom1 colgó sobre esa nota la siguiente crítica: “Una nota más de un periódico extorsionador! Chantajista!”. Su cuenta creada en enero de 2020 tiene 28 seguidores y ya generó 28 mensajes relacionados con tuits de Alfaro. Todos positivos. 

Al igual que ella, conté al menos 20 cuentas similares operando de la misma manera: mensajes aduladores al gobernador y otros críticos a diferentes periodistas o medios. Con pocos seguidores y creados recientemente. También repiten los mismos conceptos. 

En conclusión, aquí tenemos dos posibilidades: son un grupo de ciudadanos claramente organizados que apoyan a Alfaro o una horda de bots con la misma orden programada que fue dictada por nuestro déspota ilustrado.