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Un año sin saber quién pagó el dogo 

Hace ya un año que el gobernador Enrique Alfaro Ramírez acudió al partido de los Lakers de Los Ángeles, acompañado de la diputada local por Movimiento Ciudadano (MC) Mirza Flores y del empresario Guillermo Romo, apenas unos días después que este último ganara el millonario contrato del arrendamiento para el programa A Toda Máquina, sin que se informe sobre los resultados de la investigación ante la posibilidad de un conflicto de interés. 

El gobernador ha insistido en que el asunto fue investigado y no se encontraron irregularidades. Sin embargo, eso no es verdad, pues la Contraloría del Estado responsabilizó de las inconsistencias a dos funcionarios públicos y remitió el expediente al Tribunal de Justicia Administrativa (TJA). Lo que ha venido después ha sido un absoluto silencio. 

La asistencia del gobernador al partido de basquetbol parecía un asunto anecdótico, solo cuestionado por tratarse de un exceso en una gira de trabajo, pues los boletos en las primeras filas de un partido de basquetbol no son accesibles para cualquiera. 

El tema comenzó a enredarse cuando habló la diputada Mirza Flores, quien quiso aclarar que ellos no pagaron los boletos, sino que fue un empresario tequilero quien los invitó. Incluso, bromeó al asegurar que habían compartido un dogo. La legisladora tampoco ha aclarado qué hacía en esa gira y cuál fue el resultado de su presencia en la delegación. 

El único empresario que aparece en la toma del partido de basquetbol, justo a la derecha de Mirza Flores, es Guillermo Romo, cuya familia alguna vez fue propietaria de una empresa tequilera. Los amigos de la diputada han asegurado, fuera de grabadora y en un intento de defenderla, que el empresario al que se refirió no era el ganador de la millonaria licitación de A Toda Máquina, sino a uno de los mejores amigos del gobernador Enrique Alfaro, quien también distribuye tequila. 

El 29 de marzo del año pasado, El Diario NTR Guadalajara publicó la relación entre el empresario Guillermo Romo y el contrato de 3 mil 634 millones de pesos para el arrendamiento de maquinaria pesada, en una licitación que arrojó varias irregularidades. 

Entre las inconsistencias estaban las coincidencias entre las dos empresas a las que se permitió participar en la licitación: Operadora de Servicios Mega, propiedad de Guillermo Romo, y Avancap, de su compadre Eduardo Servín Pérez Vargas. 

Las empresas comparten algunos abogados, una de las cuales trabajó además en las notarías del papá y el hermano del gobernador. También tienen domicilios comunes. A esto se suma que la empresa Avancap no reunía requisitos marcados en la convocatoria, por los cuales se descalificó a otras empresas que intentaron participar en la licitación. 

Después que estas y otras irregularidades se dieron a conocer, la Contraloría del Estado abrió una investigación, encontrando posible responsabilidad de Luis Arturo López Sahagún, director general de Abastecimientos de la Secretaría de Administración, quien por cierto sigue en su cargo y ha llevado otras licitaciones. 

El tema de A Toda Máquina fue el primero que se abordó a través del Sistema Anticorrupción del Estado, con el objetivo de “repartir” la revisión y así no tuviera que ser un solo funcionario quien cargara con la misma y con la inminente confrontación con el gobernador. Pero no sucedió así. Salvo las acciones de la Contraloría no ha habido más avances. 

Así que ya pasó un año de aquella noche en las primeras filas del partido de basquetbol y los jaliscienses seguimos sin saber si las irregularidades serán sancionadas, sin saber quién pagó los boletos de entrada y mucho menos quién invitó el dogo a la diputada. 

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