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Comerciantes callejeros reportan grandes pérdidas

(MEDIDAS SANITARIAS. Comerciantes coinciden en que la baja en ventas va desde 30 hasta 60 por ciento. Foto: Jorge Alberto Mendoza)

La contingencia sanitaria, el aislamiento social y todas las medidas de prevención que rondan al Covid-19 han pegado negativamente en diferentes sectores y el de la comida en la calle es uno de ellos. Según coinciden algunos comerciantes de alimentos preparados, sus ventas han mostrado una baja de hasta 60 por ciento en sólo dos semanas.

El señor Omar Fábregas es propietario desde hace 23 años de un puesto de tacos en la colonia Independencia, de Guadalajara. En dos semanas, refiere, las ventas se cayeron de manera sorprendente, y sin duda, lo atribuye a los protocolos de aislamiento social que se están implementado para no propagar los contagios en la ciudad.

“Pues sí, las ventas en estas dos semanas se han venido abajo. Creo que nos ha pegado a todos. En mi caso calculo que 60 por ciento menos que antes de que se presentara todo esto. Ayer (domingo) estuvo igual, solo, la gente no se para a los negocios, aquí en la zona todos estamos igual”, comparte el señor Omar.

Giros como paleterías, taquerías, tortas y comida en general se han visto severamente afectados y añaden que el inscribirse al programa de ayuda del gobierno del estado, les ha resultado complicado, pues no tiene la claridad de cómo y en dónde hay que solicitarlo.

En el caso de los negocios de comida que cuentan con servicio a domicilio o en plataformas digitales de entrega, la afectación ha sido menor. “Nos pegó mucho, especialmente entre semana, pero los fines sí ha estado movido por UberEats o Rappi. De todos modos, con todo y las entregas a domicilio, nos bajó alrededor de 30 por ciento menos que antes de que pasara esto del virus”, asevera Jorge Esquivel, propietario de un negocio de tortas ahogadas.

Los daños son generalizados. Basta con acudir a comer algo en la calle para darse cuenta que el tema de las ventas bajas es el discurso de todos los días entre los locatarios, quienes también coinciden en que cerrar sería su sentencia de muerte, pues, para la mayoría de los vendedores, su negocio es la única fuente de ingresos.

jl/I