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Óscar Chávez, el juglar eterno 

(Exponente. El cantautor fue hospitalizado el miércoles; su trayectoria lo llevó por escenarios, teatros y luchas sociales. Foto: Especial)

El cantautor mexicano Óscar Chávez falleció este jueves a los 85 años de edad, unas horas después de haber sido hospitalizado por presentar síntomas relacionados al coronavirus 

La noticia fue dada a conocer por la titular de la Secretaría de Cultura (SC) federal, Alejandra Frausto, quien en sus redes sociales compartió un mensaje acompañado por una fotografía del exponente de la música mexicana. 

“Una voz de lucha nunca se apaga; gracias, Óscar Chávez, tu vida fue un viaje digno de ti. Mi más sentido pésame a sus familiares, amigos y compañeros de lucha y canción. ¡Viva Óscar Chávez!”. 

El anuncio se dio dos horas después de que su oficina de prensa, misma que el miércoles revelara que el maestro había sido internado, publicó que seguía “estable y muy bien atendido por el personal hospitalario. La prueba para Covid-19 aún está en proceso”. 

El fallecimiento fue confirmado a Notimex por la representante de Óscar Chávez, Valentina López, quien por el momento no pudo dar más detalles sobre las causas del deceso, ya que se encontraban en los trámites correspondientes en el hospital. 

La pasión del ‘Caifán’ 

Óscar Chávez nació en la Ciudad de México el 20 de marzo de 1935. Durante un tiempo vivió en la colonia Santa María la Ribera, a la cual volvería muchos años después para ofrecer, como siempre supo hacerlo, su música al público; sin embargo, el camino entre su infancia y el retorno a su barrio estuvo plagado de anécdotas que lo llevaron a convertirse en una de las personalidades más queridas de aquel rumbo y de nuestro país. 

Impulsado por la pasión hacia los escenarios, de los que nunca en su vida se alejó, comenzó a estudiar Teatro en la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes y en el Teatro de la UNAM. Dirigió obras como Un hogar sólido y Ventura Allende, de Elena Garro, entre otras. 

Encaminado en el sendero del arte dramático, actuó en la película Los Caifanes en 1966. El filme no sólo le valió dos premios: La Diosa de Plata y El Heraldo, sino que le trajo el apodo con el que fue conocido durante toda su carrera, El Caifán Mayor. 

Hace más de 50 años su relación con la guitarra y el canto floreció en los pastos de Las Islas de Ciudad Universitaria, según lo declaró él mismo en una entrevista realizada por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México. 

Su canto nunca ocultó su apoyo y simpatía hacia los movimientos sociales. La protesta estudiantil de 1968 le inspiró a escribir algunas letras que finalmente fueron conjuntadas en el álbum México 68. Uno de los temas que ahí apareció fue Flor roja, mismo que surgió de una carta que una muchacha llamada Margarita le envió; en ella relataba su experiencia durante la masacre del 2 de octubre.  

El cantante también se relacionó con otros movimientos, uno de los más conocidos fue el apoyo al Ejército Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas. De acuerdo con una entrevista que el artista ofreció hace algunos años, su decepción por la postura de izquierda y en general por los movimientos políticos nacionales lo llevaron a dejar de simpatizar con algún partido. 

Una voz que no se apaga 

A pesar de la decepción que Óscar Chávez llegó a experimentar por el sistema político mexicano, él no se sintió solo en su trinchera, pues en alguna ocasión llegó a reconocer que había personas respetables en todos los ámbitos. 

Aunque las letras de sus canciones están llenas de referencias a causas sociales, sus temas no se enfocaron únicamente a este tipo de aspectos, sino que abarcaron también el romanticismo que se refleja claramente en canciones como Por ti. 

Otro de los temas que el público más amó a lo largo de la carrera del artista fue Macondo, en el que contó a ritmo de cumbia la historia de Mauricio Babilonia, uno de los personajes de la novela escrita por Gabriel García Márquez Cien años de soledad (1967). 

Entre los espacios donde el público fue testigo de su talento se encuentran el Festival de la OTI, el Polyforum Cultural Siqueiros, el Palacio de Bellas Artes y el Festival Cervantino, entre otros. 

El año pasado, Chávez regresó a los pastos de Ciudad Universitaria para participar en Cantares: Fiesta de Trova y Canción Urbana; sobre esta presentación, el músico anotó que para él fue un hecho importante y satisfactorio, pues fue en este lugar y sus alrededores donde comenzó a cantar. 

Los ecos de su voz en el micrófono no sólo se dieron en el ámbito musical, pues también participó en programas de radioteatro realizados para la Radio Universitaria. No obstante, sí fue la música la que lo ayudó a recorrer distintas regiones del país, mismas en las que conoció diversos géneros populares de entidades como Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Guanajuato, Guerrero, Nuevo León y Yucatán, lugares en los que después se basó para realizar algunas producciones. 

Durante 1973, Óscar Chávez se convirtió en uno de los primeros cantantes en realizar un concierto en el Palacio de Bellas Artes, más tarde unió su voz a personalidades como Jaime López y grupos como Panteón Rococó, y hoy es recordado como la voz que le cantó a más de cuatro generaciones. Con información de Notimex 

Las ocho décadas y media de Óscar Chávez 

Víctor Roura* 

El cantor Óscar Chávez, merecido Premio Nacional de Artes, cumplió 85 años el pasado 20 de marzo. Es el cantautor, el músico con más grabaciones personales realizadas por artista alguno en México. Si digo un centenar, lo más probable es que me esté quedando corto. “140, aproximadamente”, me dice Modesto López, quien de estas cosas es experto, pero me aclara que, en su discográfica, Pentagrama, sólo han concretado 40, los 100 restantes pertenecen a otras compañías. 

Sólo los grandes compositores de la música clásica pueden contar con esos números…  sin que ellos lo supieran, porque en su tiempo no existía la posibilidad de reproducir sus creaciones en material audible. 

Y Óscar Chávez, además, reúne cualidades que hoy en día son prescindibles en el ámbito artístico: congruencia y honestidad, dos principios irrelevantes –y más aún, paradójicamente, con la saturación de las redes sociales– en las atmósferas musicales. 

Óscar Chávez es, definitivamente, infatigable. Hace justo dos décadas atrás salía al mercado su disco España 1936-1939-1975 / Canciones de la guerra civil y resistencia españolas (Instituto de Cultura de la Ciudad de México / Centro Republicano Español de México / Ediciones Pentagrama), que contiene 22 piezas anónimas, en un sentido homenaje a los expulsados por Franco durante la derrota de la Segunda República. 

El disco, grabado en Yucatán y en la Ciudad de México, fue musicalizado en distintas sesiones tanto por Jorge Buenfil como por Carlos Porcel del Peralta y Los Morales. No se sabe qué número de disco es éste de la resistencia española en el catálogo de Óscar Chávez, ya que el cantor, en el 2000, había rebasado la prodigiosa marca de las cien grabaciones, todas ellas de una calidad elevada y prácticamente, las más, fuera del circuito comercial y radiofónico. 

Óscar Chávez es un ejemplo sin par de la música autónoma, que no depende de un público fanatizado para acometer su labor profesional, pues lo mismo se interna en las irrefrenables parodias políticas (son ya legendarias sus canciones neoliberales) que en los cantos ferrocarrileros, en los tangos prohibidos que en los corridos olvidados, en los sones que en los boleros, en el folclor latinoamericano que en las tonadas regionales. 

Nadie lo detiene en su búsqueda de las raíces ancestrales. En este sentido, Óscar Chávez es el gran arqueólogo de la música popular. Sin su presencia, sin su entusiasmo, sin su voluntarioso empeño, sencillamente desconoceríamos los rasgos esenciales de la composición heredada del infortunio, del desamparo, de la rabia minimizada, de la espontaneidad lírica, que no significa, en ningún momento, una música desclasificada ni párvula. 

*Fragmento de ‘Las ocho décadas y media de Óscar Chávez’, escrito para Notimex 

MÚSICA

  • 50 discos componen su carrera como músico y compositor 

CINE

  • Santa 
  • El oficio más antiguo del mundo 
  • El cuerpazo del delito 
  • Piedras verdes 

Distinciones 

  • Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Artes y Tradiciones Populares (2011) 
  • Ciudadano Distinguido de la Ciudad de México (2016) 
  • Patrimonio Cultural Vivo de la Ciudad de México, en la Fiesta de Trova y Canción Urbana Cantares (2019) 

FRASE

“Me vienen a la memoria los festivales de oposición del PSUM, donde Óscar Chávez era de los más chingones, siempre; lo que decía, su voz resonante al cantar y al hablar. Él era oposición hasta de los que eran ‘oposición’. Lo hermosamente guapo que era. Qué hombrazo, chingao”: Fratta, Músico y compositor 

“Querido maestro mío. Grandes tus consejos, grande tu experiencia, grande la amistad y el cariño que me permitiste cultivar junto a ti. Mi corazón está más triste que nunca. Nos quedamos a la mitad de tu gran homenaje. Te extrañaré un chingo. Siempre grande, Óscar Chávez”: Dr. Shenka, Panteón Rococó 

 

EH