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Consejeros a examen

Por primera vez los consejeros de la Judicatura tendrán que pasar examen de conocimientos y habilidades para poder ser elegidos, esto con el fin de evitar el compadrazgo y el influyentismo. 

Desde mi opinión, lo único que garantizará será fungir como un filtro para depurar a los recomendados, que no tienen un perfil para el cargo y que muchas veces llegaban por acuerdos políticos. 

Pero esto no quiere decir que el reparto del pastel político se evite; seguirá existiendo porque actualmente los coordinadores parlamentarios están poniéndose de acuerdo sobre cuántos les toca. Incluso están viendo a futuro con las ocho vacantes de magistrados y con el resto de las que habrá a lo largo del año; ya están definiendo el color partidista. 

Como este método es nuevo y además intervienen terceros, es decir, el Comité de Participación Social al emitir una opinión técnica, desde ahora podemos decir que habrá inconformidades y quejas de la evaluación que hayan hecho a los aspirantes, como tantas otras veces. Seguramente las quejas serán porque no estuvieron bien calificados todos los que apoyan los partidos políticos, y de ahí se desprestigiará el proceso. Ya ha pasado. 

Debido a que al Comité de Participación Social le toca realizar las evaluaciones curriculares y de aptitudes, y además elaborar un informe con sus opiniones técnicas de idoneidad de cada aspirante, y cuando lo tenga remitirlo al Congreso, según lo que dice la fracción tercera del artículo 60 de la Constitución Política del Estado de Jalisco, no les queda más que dejarlo ejercer sus tareas, de lo contrario, serían duramente cuestionados. 

Y como la Constitución local es la máxima norma a seguir en el estado, suponemos que algunos diputados se estarán dando de topes del por qué empoderaron tanto a este comité ciudadano, y que ahora les estorba. 

Incluso está pendiente una propuesta del diputado panista Jesús Hurtado, y que fue secundada por todas las fracciones parlamentarias, para analizar si es viable quitar el sueldo a los integrantes de comité, porque consideran que no es necesario pagarles por sus acciones, sino que gente honorable podría hacerlo. 

Y de repente, esta propuesta quedó en el olvido con la contingencia del Covid-19, pero ahí se quedó para revivirla cuando la necesiten o los vuelva a poner nerviosos. 

Mientras tanto, el tiempo les ganó a los legisladores locales y ahora sólo tienen que ejecutarla con las convocatorias para elegir a los mejores perfiles, que no sean cuestionados, y ver la forma que entre estos nombres estén los recomendados. 

Ya no tienen tiempo para cambiar las reglas; lo tienen encima y sólo deben ejecutar las convocatorias y esperar el informe de la opinión técnica de este comité. 

Ahora los integrantes de este Comité de Participación Social fueron precavidos e invitaron a las seis universidades más importantes del estado para respaldar sus decisiones, y si los cuestionan a ellos, lo harán con todos, y ahí los diputados locales revelarían sus cartas y sus intereses. Se la pensarán más. 

Este proceso de elección dentro del Poder Judicial podría convertirse en el parteaguas de hacer las cosas bien para elegir a los mejores aspirantes y más preparados, quitando el sesgo político, y para demostrar que también se puede hacer con los magistrados; y si no se logra, se sentarán las bases de cómo se puede burlar la ley de acuerdo con los intereses partidistas y políticos. 

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jl/I