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Animación, otra cara de Spielberg

(Warner. La mayoría de su trabajo de este tipo lo hizo en la década de los 90. Foto: Especial)

Steven Spielberg siempre se ha caracterizado por sus grandes éxitos en la pantalla grande, esas enormes producciones que quedarán para la posteridad y que vinieron a revolucionar el mundo del cine. Películas que van desde ET (1982), La lista de Schindler (1993) hasta Mi amigo el Gigante (2016). 

Este director de cine, que se ha convertido en uno de los favoritos de Hollywood, nació el 18 de diciembre de 1946 en Cincinnati, Ohio. Steven Allan Spielberg es hijo de una pianista y un ingeniero eléctrico, y tiene tres hermanas menores. 

Desde niño, sus pasos se encaminaron hacia el cine, ya que era el encargado de grabar todos los acontecimientos familiares. Cuando cumplió 12 años se convirtió en boy scout y para lograr la insignia al mérito fotográfico, en lugar de usar una cámara de fotos, rodó un cortometraje de 9 minutos. 

En 1968, y con sólo 22 años, logró el dinero para hacer un corto en 35 mm, titulado Amblin. Le llovieron reconocimientos y además un contrato de siete años con los estudios Universal, donde era uno de los directores más jóvenes. Pero sin duda, la película que lo hizo ganar visibilidad en el gremio fue Tiburón (1975). 

El romance de Spielberg en el cine es grande, lo sabemos, pero pocos recuerdan que este director también tiene historia en el mundo de las caricaturas. Sí, es un periodo muy breve, pero tan memorable que dejó escuela y marcó a toda una generación de espectadores. 

Recordemos que los primeros años de la década de los 90 eran flojos para la animación en Warner Bros., y que los grandes proyectos estaban encabezados por Bugs, Sam Bigotes y el Pato Lucas. Eran clásicos, pero estaban viejos, por lo que Spielberg, el visionario, vino a darle un refresh al mundo de la animación. 

Te traemos 10 series animadas en las que la huella de Steven Spielberg está más que impresa. 

‘Animaniacs’ 

Seguro la recuerdas, porque era una verdadera obra maestra de la animación. Tenía un humor más ácido, pero más inteligente. Esta caricatura toma como base a los tres hermanos Warner: Yakko, Wakko y Dot (no sabemos si son perros, gatos, osos). Los tres parodian el look de los programas clásicos de los años 20. Abundan los sketches protagonizados por personajes secundarios, como los Palomos, Kikiri Boo, Katie KaBoom y Pinky y Cerebro. 

‘Pinky y Cerebro’ 

Su éxito en Animaniacs fue tal que se les hizo su propia serie. Se trata de dos ratones de laboratorio con personalidades muy peculiares. Pinky es el torpe del dúo, mientras que Cerebro es el genio amargado. Al final tuvo como invitada a Elmyra, de los Tyny Toons. Seguro aún repites esta frase: “¿Qué es lo que vamos a hacer esta noche, Cerebro?, Lo mismo que intentamos todas las noches, Pinky. ¡Tratar de conquistar al mundo!”. 

‘Tiny Toons’ 

Fue nada más y nada menos que la primera serie de Spielberg para Warner. Nos mostraba las aventuras de unas caricaturas adolescentes que estudiaban en el colegio ACME. La serie estaba repleta de chistes, aventuras y parodias a personalidades de la música y la televisión, así como violencia simulada y mucho humor negro. Estaba protagonizada por Buster, Babsy, Plucky, Hamtom y Elmyra. 

‘Fenomenoide’ 

La serie fue creada por Bruce Timm y la idea era hacer una caricatura de superhéroes, pero Spielberg decidió darle un toque cómico al programa. Heredó el espíritu absurdo de Animaniacs, pero con un toque de aventura. Se centra en las aventuras de Dexter Douglas, un ñoño de escuela que gana enormes poderes gracias a un virus de computadora. Ya con sus nievas habilidades comienza a luchar contra numerosos villanos. 

‘Fievel’s American Tails’ 

Primero fue una película de animación, pero se decidió convertirla en serie. La historia narra las aventuras de un ratoncito con enemigos históricos en los que se deja entrever la persecución a los judíos. 

‘Invasion America’ 

Se trató de una coproducción de ciencia ficción con Japón. Hay personajes notables e historias cruzadas. A pesar de que fue bien recibida, sólo contó con 13 episodios. 

‘El show del Pato Plucky’ 

Era una especie de spin-off de los Tiny Toons que intentó aprovechar el éxito de su primera serie animada para televisión, pero este fue un rotundo fracaso, ya que se dejó la producción de ideas originales para incluir refritos de otros shows de Warner, por lo que fue duramente criticada y abandonada por el público. 

‘Toonsylvania’ 

Un punto de vista cómico de la vida del doctor Frankenstein y su ayudante Igor. Es de las más raras de las series impulsadas por Steven Spielberg. 

‘Medal of Honor’ 

Además del cine y los dibujos animados, otra de las aficiones de Spielberg son los videojuegos. Su fanatismo llega a tal grado que decidió crear la serie Medal of Honor, a través de DreamWorks Interactive, centrada en la Segunda Guerra Mundial. Además, participó como productor ejecutivo en la serie de televisión inspirada en el famosísimo videojuego Halo. 

‘Future Earth’

Su más reciente proyecto en el campo de la animación fue la miniserie Future Earth, que examina cómo será la vida en la tierra en los próximos 100 años. 

jl/I