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Familia purépecha logra acuerdo para no ser desalojada 

(Foto: Especial)

La familia Ángel tiene ya 12 años de habitar en Jalisco, son purépechas de Michoacán, pero tapatíos por elección. Están asentados de manera irregular en Zapopan, justo en el periférico norte, donde ya comenzarán las obras de repavimentación para las obras de Mi Macroperiférico (Peribús).

Narran que hace aproximadamente 7 días fueron amenazados por personal del gobierno municipal y de la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública (Siop) con desalojo de la vivienda de manera que construyeron y que, a su vez, funge como su espacio de trabajo.

Ellos saben que no son dueños del terreo y están dispuestos a retirarse, el problema, fue la premura y las formas en cómo la Siop llegó a exigir su retiro.

“El primer día que llegaron, nos rompieron la tubería del baño. Lo hicieron adrede, no la arreglaron, así está, roto. Eso fue el martes”, comentó Jorge Ángel, padre cabeza de familia.

“Nunca hemos tenido problemas, más que con esa gente del Siop. La verdad, se han portado de una manera grosera, como animales, piensan pues que somos animales y nos pueden tratar como cualquier cosa. Llegaron los del Siop gritando, amenazándonos que iban a llegar con las máquinas y todo eso. Mi mamá se enfermó”, añadió Fredy Ángel, hijo de Jorge.

Otra situación es que están sin ingresos económicos suficientes para rentar un espacio. Ellos viven de la elaboración y venta de muebles rústicos de madera. Con la pandemia y las lluvias, las ventas bajaron. También denuncian discriminación por su origen indígena, esto dentro de las instituciones a las que han recurrido a solicitar apoyo.

“Aquí viven más de 15 personas, y la verdad, con esta pandemia, en tres meses que no tuvimos nada de venta. No tenemos nada de apoyo. Fuimos a Derechos Humanos y nos dijeron, ustedes son indígenas, vayan a su estado y ahí piden ayuda”.

Sin embargo, ante la presencia de la prensa, en la visita de hoy por parte de integrantes de Siop y gobierno de Zapopan, el discurso cambió.

Agustín Ignacio Quiroz, director de Tenencia de la Tierra de Siop fue quien acudió y accedió a escucharlos. Al conocer su historia, accedió a dar tiempo y facilidades, además, a establecer diálogo constante para dar acompañamiento.

“No es que no puedan estar aquí nunca. Incluso puede haber un tema de que reubiquen esto (casa) en otro lado y terminando la obra puedan volver a estar aquí. Eso no está cerrado. La siguiente situación, ahorita hablan de que no se pueden mover, de que no tienen recursos, podemos buscar algo en donde solo se resguarde esto mismo. Los movemos mientras se hace la obra y va para atrás otra vez”, comentó.

Derivado del diálogo acordaron una serie de compromisos. En primera instancia, se le dio a la familia Ángel tres semanas para que busquen un espacio dónde reubicarse, ya sea de manera temporal o permanente. Si, por motivos económicos o de cualquier índole no encontraran, el gobierno del estado en conjunto con el municipal, se encargarían de buscar un espacio temporal y apoyarían con el traslado.

Una vez terminada la obra, podrían regresar al lugar actual y comenzar con el proceso de regularización de la tierra. Un tercer acuerdo fue que, el próximo miércoles tendrán una reunión de seguimiento.

Si bien, Siop reconoció que la obra no invadiría el espacio donde habitan, sí es de alto riesgo ya que estarían expuestos a accidentes derivados de la construcción que podrían causar daño a la familia.

A pesar de la renuencia que la familia Ángel aseguró hay de parte de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco, Siop también se comprometió a invitarlos a verificar que, durante todo el proceso de reubicación, se mantenga la protección de los derechos humanos.

Por último, el abogado auxiliar de la familia Ángel, José Cabrera-Cabrera, aseguró que no es un caso aislado, pues como ellos, hay al menos otras 70 familias a lo largo del periférico.

jl