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Relanzamiento económico

El camino de la recuperación de las economías en el mundo constituye uno de los retos de mantenimiento de condiciones de desarrollo de todos los países. De su fortalecimiento, se establecerán condiciones de relaciones globales como pocas veces se ha visto en los tiempos recientes. De las estrategias para recuperar desempeños de relanzamiento de las economías, se plantean estrategias diferentes en el mundo; en algunas partes la reactivación ha tenido altibajos, en otros, como en China propia, los síntomas de recuperar un nivel razonable dan señales de sostenimiento. La Unión Europea ha intentado fórmulas que favorecen un endeudamiento de las economías nacionales para mantener un nivel de consumo regular, una recuperación progresiva de empleos o de sostenimiento de salarios que favorezcan la sustentación de las fuentes de empleo, en fase de relanzamiento de la producción y consumo europeos. 

En México nos hemos volcado hacia una recuperación de clientelas asistenciales sin ningún apoyo dirigido a la estructura productiva. Con esto, los programas asistenciales establecen un marco limitado y finito de beneficiarios que reciben una subvención estatal. La importancia es incuestionable en términos de los efectos que generan entre los beneficiarios y, más aún, en esta condición crítica de la eventualidad sanitaria. De esta forma, programas como Apoyos a Menores con Discapacidad, Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad, Tandas y Microcréditos, Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida, Crédito Solidario a la Palabra, Pensión para Adultos Mayores, constituyen el desarrollo de políticas relevantes para esas atenciones personales e individuales de un segmento poblacional largamente ignorado en las políticas públicas. 

Por otra parte, el Inegi ha publicado el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) en el que se reporta una reducción real de (-)21.6 por ciento en mayo. En este indicador visto por grandes grupos de actividades, las secundarias retrocedieron (-)29.7 por ciento y las terciarias lo hicieron en (-)19.1; en contraste, las primarias se incrementaron 2.5 con relación a igual mes de 2019. 

Los sectores de generación de bienes, en los que está sustentada la economía nacional, tuvieron un descenso considerable, de forma que actividades como la ganadería, la agricultura, la pesca o cualquier labor que haga referencia al trato de las materias primas son las que no tuvieron estancamientos como las otras. Es decir, regresamos a una dinámica parecida a la época del México de los años 50. 

En las anteriores semanas se definió claramente que el rumbo de la economía de nuestro país se anclaría a las estrategias definidas en el TMEC y, definitivamente, alienados a las necesidades de la economía norteamericana. Es decir, que no hay una estrategia clara del relanzamiento económico del país. 

Establecer el sistema de ahorros, como es el caso de las reducciones de salarios a funcionarios federales; recortar, sin ningún criterio cualitativo, las dependencias federales, constituyen acciones poco alentadoras para el relanzamiento económico del país. La certidumbre que solicitan muchos inversionistas, probablemente, con las nuevas rutas que se establezcan con la puesta en marcha del TMEC, darían una cierta probabilidad de recuperar la trama de la producción industrial y económica en general. 

El trabajo complejo comenzará a surgir a partir de las relaciones con Estados Unidos y, un punto crucial lo constituye, ese ofrecimiento de certidumbre en la inversión en México porque hasta el momento no hay uno solo, de los proyectos emblemáticos internacionales, que no haya sufrido caídas inexplicables o consultas cuestionables. 

Nos encontramos pues, como lo señala el gobierno federal, atados a la economía norteamericana y ése es nuestro modelo de crecimiento nacional. 

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