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Afecta la pandemia a caballos de calandrias

(LES PEGA EL VIRUS. Los calandrieros llevan meses sin trabajar. Foto: Jorge Alberto Mendoza)

La pausa económica que impuso el Covid-19 al turismo ha afectado a los caballos calandrieros y a sus amos, pues no tienen ingresos, por lo que las raciones de alfalfa que reciben los equinos tienen que combinarse con otras plantas para completarse. 

En Guadalajara hay 55 calandrias, de las cuales 39 aún usan caballos, los cuales están guardados en corrales a la espera de un visto bueno para salir a recorrer las calles de la ciudad. 

Pedro Aguilar Bautista, presidente de la asociación Calandrias Turísticas Tapatías, precisó que ante el ayuntamiento están registrados 86 caballos que, aseguró, se están alimentando bien; sin embargo, ante la falta de ingresos se tiene que combinar su alfalfa con hojas de maíz, pasto, hojas verdes o hasta jitomates. 

Al ser de los primeros en suspender actividades a causa de la pandemia, los calandrieros llevan ya cinco meses sin ingresos. 

“Nuestra principal afectación ha sido el sustento diario de las familias, (pero) aparte tenemos un plus: no están laborando los caballos (y) tenemos que mantenerlos, cada caballo deroga alrededor de 7 mil pesos por mes. Hemos buscado ayuda por un lado y por otra, y no ha habido, para los caballos no ha habido”, afirmó. 

Detalló que los 7 mil pesos mensuales que cuesta mantener a un caballo se gastan en comida y renta de corrales, y aunque a los calandrieros les han ayudado con reducciones a los arrendamientos, “está difícil” la manutención. 

Cada caballo consume una paca de 25 kilos de alfalfa en dos días, por lo que es complicado mantenerlos. 

“Estamos yendo a cortar zacate a los baldíos, andamos juntando hojas en los mercados, nos estamos viendo muy negras con esa situación”, aseveró. 

Otro problema al que temen los calandrieros es que si no alimentan bien a los caballos, éstos podrían no pasar –cuando se reinicie su actividad económica– las revisiones que aplica la Unidad de Protección Animal del ayuntamiento. 

Para mantener a sus familias y los gastos que requieren los equinos, las 90 personas que se dedican a esta actividad han tenido que trabajar de albañiles, cargadores, lavacarros, entre otras actividades. 

En cuanto a las calandrias eléctricas, están resguardadas en un estacionamiento de Ciudad Creativa Digital. 

FRASE: 

“Cada caballo deroga alrededor de 7 mil pesos por mes. Hemos buscado ayuda por un lado y por otra, y no ha habido, para los caballos no ha habido”: Pedro Aguilar Bautista, Presidente de la asociación Calandrias Turísticas Tapatías 

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