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Cumplen 14 años de rodar las letras

(Participación. Las reuniones se hacen cada viernes, donde mezclan la escritura con la lectura. Foto: Especial)

El taller de escritura Al Gravitar Rodando cumplió 14 años de rodar textos de todos los géneros en todo el país y de formar escritores noveles, incluso con sus propias publicaciones. 

El maestro Óscar Tagle mencionó que se convirtieron en una familia que cada semana se junta para escribir y leer a manera de juego y de manera ininterrumpida, salvo vacaciones. Y casi nadie falta, pese a que las citas son cada viernes en la noche; en vez de parranderar, unen letras. 

La celebración es cada 22 de septiembre y esperan acumular muchas anualidades, más porque el entusiasmo no ha decaído y están organizando el festejo mayor para 2021 como quinceañeros. 

“Implica una celebración grande porque es un taller que inició una noche en la Selva Café en 2006, y a partir de esa noche no ha dejado de funcionar ni de trabajar. Trabajamos, digamos, tres meses, que es un ciclo, y descansamos 15 días”, recordó. 

Tagle mencionó que la producción literaria es de alta calidad, que tuvieron que crear su propia editorial y han publicado 32 libros y hasta un anuario con ocho ediciones; la última está en imprenta. 

“Hay gente que ha ganado premios tanto estatales, nacionales, hay gente que está ya con el olfato un poco más aguzado para buscar otras cosas”, aseveró. 

Las ganas de experimentar y crear son tan fuertes que cada viernes por la noche se juntan para compartir letras, aunque ahora lo hacen de manera virtual. 

“Desde la primera noche algo pasó que denotó el material. El taller es multigénero, entonces procuro llevar cada noche mucha diversidad de voces”, comentó. 

El escritor mencionó que comentan cuentos, relatos cortos, microficción, aforismos, poesía, poema en prosa, crónica, ensayo y otros. 

Tagle mencionó que en estos años logró formar otros dos grupos: uno por la mañana y otro en la Ciudad de México, en el que se juntan cada 15 días. 

El arranque fue con 12 personas, y ahora ya son 40 en los tres grupos; la mayoría continúa después de 10 años de trabajo continuo y como una familia, que no siente pasar el tiempo. 

Chris Estrada, quien lleva 13 años en el taller, comentó que es como un lugar para afirmarse como una persona creativa y divertida, y romper con las rutinas como adulto porque “con las experiencias de escritura y de lectura en ocasiones pueden revelar una faceta que de otra manera no explorarían”. 

Claudia Martínez mencionó que lo que más le gusta es la riqueza de escritores, porque el guía hace una curaduría de autores y materiales que de otra forma no conocería, y la alienta a escribir. 

“Nos fue gustando, y se fue haciendo de tal manera que se ha hecho una secuencia de sesiones y de bloque en los que hemos participando muchos, y ya nos hemos vuelto una familia de letras”, afirmó. 

Ahora el reto es formar gente, crear una comunidad y seguir produciendo más libros. 

jl/I