La FIL, virtualidad y pérdidas económicas

Con una selección de actividades en formato digital, sin el invitado de honor y con pérdidas económicas, la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara intenta sacar adelante su edición 34 sin público para evitar contagios por Covid-19. 

El presidente de la feria, Raúl Padilla López, anunció el viernes en videoconferencia que atendieron “las inquietudes” que había entre los editores en torno al comportamiento de los contagios en México y decidió priorizar “las vidas y la salud” de las personas. 

Los datos del número de contagios en México hace unas semanas avizoraban la posibilidad de que la feria pudiera llevarse a cabo en un formato híbrido –presencial y virtual– en dos sedes alternas, pero esto se vino abajo por los rebrotes que han surgido en diversos países de Europa. 

“Ha sucedido lo que todo mundo hemos atestiguado en el país y en el mundo, lo que ha habido es una serie de rebrotes particularmente en Europa que han hecho imposible que varias de las casas editoriales de ese continente puedan venir a México por las restricciones que tienen a los vuelos”, explicó. 

Detalló que pese a la ausencia de las casas literarias europeas, la FIL contaba con casi 50 por ciento de las editoriales mexicanas y latinoamericanas que tenían la esperanza de que la feria pudiera tener lugar de manera presencial, pero “los indicadores sanitarios” impidieron que esto pudiera ser posible. 

Insigne... y virtual 

La FIL Guadalajara, considerada la más importante de habla hispana y la segunda en el mundo, reunió el año pasado a 828 mil visitantes, más de 800 autores, 20 mil profesionales del libro y a 2 mil 400 sellos editoriales de 48 países. 

Padilla López anunció que la participación del emirato árabe de Sharjah, invitado de honor de la FIL 2020, será pospuesta por dos años, es decir, para la edición 36 de la feria que se realizará en 2022, pues para 2021 ya hay compromiso con otro país para ser invitado. 

Las actividades del 28 de noviembre al 6 de diciembre tendrán una serie de contenidos digitales académicos, literarios y de divulgación científica que serán transmitidos en la página web, en las redes sociales de la FIL así como por diversos canales televisivos de México y América. 

La plataforma Mercado de Libros, que será habilitada en la página web de la FIL, permitirá que los lectores accedan a los títulos de diversas editoriales que participan en la feria. 

También está disponible la plataforma FIL Negocios, con la que los profesionales del libro podrán generar un catálogo vivo de derechos de autor y un directorio de agentes para propiciar intercambios comerciales con sus pares de otros países. 

La directora de la FIL, Marisol Schulz, anunció que los premios más importantes de la feria, como el FIL de Literatura en Lenguas Romances, el Sor Juana y el de Literatura en Lenguas Indígenas de América, serán realizados de manera virtual, con la intención de que los ganadores estén en la edición 35, en 2021. 

Este formato no sólo afecta a la industria editorial, sino a muchos otros sectores de Jalisco, como el del turismo y el hotelero. 

Pérdidas económicas 

Padilla reveló que la falta de público dejará un déficit de ganancias de hasta 28 millones de pesos para el comité organizador de la feria, que cada año genera una derrama económica de cerca de 330 millones de dólares, de acuerdo con datos de la Secretaría de Turismo de Jalisco. 

La decisión ha generado diversas reacciones entre la comunidad literaria en México. Juan Luis Arzoz, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, señaló que esta industria pierde una gran exposición de sus títulos y novedades además de las “pérdidas económicas importantes” por la venta de libros. 

Esto se suma al déficit que han tenido a lo largo de 2020 derivado de la crisis económica y que llega a un decremento en las ventas de 30 por ciento, según apuntó. 

El programa general de actividades y los nombres de quienes participarán en ellos serán dados a conocer a finales de octubre. 

Este año la FIL fue galardonada con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2020 junto al Hay Festival of Literature & Arts por ser “los más importantes puntos de encuentro del libro, los escritores, los lectores y la cultura en el mundo”. 

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